lunes, 20 de agosto de 2012

Forma (II)

"Existen hasta seis determinantes de la forma arquitectónica, y a pesar de que su relativa importancia que varía según el problema individual, cada una es importante, cada una debe ser atendida:

La primera determinante es el ambiente del edificio, sus relaciones con otros edificios y con el terreno [...]. Un edificio verdaderamente exitoso debe relacionarse con sus vecinos en términos de escala, proporciones y el espacio creado entre los edificios. Lo más importante de todo, debe definir y hacer elocuente su rol dentro de todo el esquema de la ciudad. Edificios como las estructuras de gobierno, los edificios religiosos, los lugares dedicados al entretenimiento, las entradas de la ciudad, deben servir como puntos focales en nuestras ciudades y podrían, indudablemente, permitirse ciertos excesos, mientras que los edificios de comercio, las viviendas, los edificios financieros y los administrativos, no deberían dominar nuestro ambiente.

La segunda determinante de la forma es el aspecto funcional. No voy a discutir esto excepto para decir que la mayoría de nuestros edificios se ven como conjuntos de partes independientes, como poco cuidado por el todo, la idea expresada o la respuesta humana. Esto no quiere decir que uno no esté apasionadamente preocupado sobre cómo trabaja el edificio.

La tercera determinante de la forma es la región, el clima, el paisaje y las condiciones de luz particulares con las que uno está confrontado. Los grandes movimientos arquitectónicos del pasado han sido formulados con precisión en un área determinada, luego se han adaptado y difundido en otras regiones, adecuándose más o menos a la manera de vida particular de las nuevas áreas. [...] Hay varias condiciones que tienden a limitar la expresión regional. Primero, la industrialización; segundo, la facilidad para viajar y comunicarse; tercero, el alza de los costos de materiales tradicionales y mano de obra especializada; cuarto, la influencia de la prensa arquitectónica; quinto, el culto a lo popular y nuestro deseo de conformarnos; sexto, el movimiento de 'hágalo usted mismo' 'según las instrucciones de los fabricantes'; y séptimo, las cualidades abstractas inherentes en el nuevo concepto de espacio.

La cuarta determinante de la forma son los materiales particulares que uno usa. Cada material tiene su propio potencial y uno busca la más elocuente expresión posible. Estamos actualmente dentro de una etapa de exhibicionismo estructural, pero ésta va a pasar [...]

La quinta determinante de la forma son las demandas psicológicas peculiares del espacio. Estas necesidades son satisfechas, en primer lugar, a través de la manipulación del espacio y el uso de símbolos. [...] Debemos aprender nuevamente el significado de monumentalidad. Debemos aprender nuevamente cómo crear un lugar de culto e inspiración; cómo hacer espacios tranquilos, cerrados y aislados; espacios llenos de actividades bulliciosas, punzantes de vitalidad; espacios dignos, vastos, suntuosos, incluso que inspiren admiración; espacios misteriosos; espacios de transición que definen, separan, y, sin embargo, juntan espacios yuxtapuestos de carácter contrastante. Necesitamos secuencias de espacios que estimulen nuestra curiosidad, nos den una sensación de anticipación, nos guíen e impulsen a apresurarnos hacia adelante para encontrar ese espacio de liberación que domina, que promete un clímax y, por lo tanto, da una dirección.

La sexta determinante de la forma tiene que ver con el espíritu del tiempo. Esta es tal vez la más difícil de todas; aquí es cuando se hace un llamado al genio [...]. Necesitamos no avergonzarnos de nuestra propia pasión por ciertas formas hoy en día, aún si es que el lego no siempre comparta nuestro entusiasmo. Curiosamente, el lego usualmente reacciona favorablemente hacia aquello que es verdaderamente grandioso.

Ordos, Luca Selva Architects (www.archdaily.com)
Estas seis determinantes de la forma arquitectónica pueden llevar hacia una expresión arquitectónica más rica. Al mismo tiempo que uno clama por una mayor expresividad, uno debe también prestar atención a Rudolph Wittkower. Él dijo: 'Cuando los arquitectos han dependido de su sensibilidad e imaginación, la arquitectura siempre ha ido cuesta abajo'. Hay pocos genios y la mayoría de nosotros necesita guías y disciplina."

Rudolph, Paul (1956) "The Six Determinants of Architectural Form". En: Jencks, Charles; Kropf, Karl (2006) Theories and Manifestoes of Contemporary Architecture. London: Wiley Academy. pp 213-215.

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