7. Manos a la obra: la investigación
Lamentablemente, ésta es la etapa de la tesis que más flojera puede dar a muchos estudiantes. ¿Por qué? Porque la mayoría de arquitectos no están acostumbrados a investigar. A diferencia de las carreras científicas o las de humanidades, es extraño encontrar en una facultad de arquitectura algún curso de metodología de la investigación. En el mejor de los casos, cuando lo hay, éste está hacia el final de la carrera, lo que significa que el investigar se convierte en un proceso adquirido temporalmente, pero no del todo asimilado.
La investigación tiene dos motivaciones. Por un lado se trata de coleccionar una serie de datos que nos van a servir para proyectar aquello que pensamos hacer: reglamentos, proyectos referenciales, teoría sobre el funcionamiento de determinados materiales, etc. Por otro lado, se trata también de satisfacer nuestra curiosidad. Porque se supone que si escogiste un tema que verdaderamente te apasiona, tienes un mínimo de interés por saber un poco más de mismo tema... Y finalmente porque, sobre todo en las etapas iniciales, cualquier mínima información puede ser importante.
En líneas generales, la investigación que servirá para el diseño del proyecto debería tener las siguientes partes:
- Marco conceptual: (¿El qué?) Digamos que se trata de todos aquellos "previos" que deben considerarse antes de abordar el proyecto. Descripción del tema, información de disciplinas relacionadas (sociología, economía, educación, etc...), estadísticas. Es un conjunto de información, no necesariamente relacionada a la arquitectura, que sirve para situarse en el tema.
- Antecedentes históricos: Es decir, cuál ha sido la evolución del tipo arquitectónico que estamos diseñando que lo ha llevado a su configuración actual. El saber esto permite empaparse de los aspectos sustanciales del proyecto y, eventualmente, plantear en el diseño una posible evolución.
- Proyectos referenciales: Análisis de edificios construidos o proyectados que, de alguna manera u otra, aborden el tema de la tesis. Cuanto más exhaustivo el análisis, más herramientas se tendrá para abordar el proyecto.
- Aspectos reglamentarios: Desde el Reglamento Nacional de Construcción a reglamentos específicos, pasando por entrevistas con profesionales relacionados al tema. No se trata sólo de compilar información, sino de estudiarla y entender sus lógicas, que son también las lógicas del proyecto.
- El sitio: El proyecto estará ubicado en un lugar con características específicas. Se debe ir al lugar, pasear, analizar, estudiar, entender sus dinámicas, imaginar cómo el proyecto se insertaría en él, identificar posibles zonas de conflicto y ventajas de ese lugar con respecto a otro. El sitio y el proyecto se alimentan uno de otro.
- El usuario: Más allá de la información obtenida leyendo reglamentos y estudiando los aspectos teóricos del funcionamiento del proyecto, se debe analizar la manera como cada uno de las personas involucradas lo usa. Creo que es indispensable visitar proyectos similares y ponerse en el lugar de la mayor cantidad de usuarios posible; la información recogida será más profunda y rica que la que se puede extraer con sólo consultar reglamentos o proyectos referenciales.
Con todo esto se arma un documento, es decir, un escrito que presente la información de manera ordenada y que sea unas herramienta de consulta cuando se esté diseñando.
¿Dónde se consigue toda la información necesaria? Internet, bibliotecas, entrevistas... las fuentes son casi infinitas. Sugiero dar un vistazo a este blog, que publica información y sitios útiles para la investigación en arquitectura.
Continuará...