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viernes, 13 de enero de 2023

Mentirle al profe

Esta primera semana de clases he pedido a mis estudiantes de 8° y 9° ciclo, que están en diferentes estapas del desarrollo de sus tesis, que me cuenten qué han hecho y qué les falta. Les pedí que fueran lo más honestos posible: el ciclo recién empieza y yo quiero ayudarlos.

He escuchado tres cosas que me llamaron la atención. 

La primera, una estudiante que me dijo que el ciclo anterior se sintió forzada a cambiar de tema de tesis "porque al profe no le gustaba el otro y no voy a contradecirlo".

La segunda, un estudiante que admitió haberse inventado datos porque si no lo hacía "me iban a decir que mi trabajo estaba incompleto".

La tercera, un estudiante que, al pedirle que investigue tesis pasadas, solo copió los abstracts de las mismas (estoy segura que ni siquiera abrió los archivos) y presentó eso. Tarea cumplida.

Aunque los tres ejemplos son bastante distintos, tienen algo en común: el profe no se percibe como un aliado. A veces, incluso, se percibe como un enemigo.

¿Cómo llegamos a esto?

En el primer caso, se trata de una idea anticuada del rol del profe. El profe dice, el estudiante hace. En algunas estructuras puede que esto aun tenga vigencia, pero en procesos tan personales como la elección del tema de tesis, esta verticalidad en la docencia nos lleva a estudiantes desmotivados con sus investigaciones y a la sensación de que hacer la tesis es una tarea más.

En el segundo caso, con el que es fácil identificarse, tenemos dos problemas. El primero, el que muchas veces las entregas no son otra cosa que un listado de requisitos con los que se tiene que cumplir. Consecuencia de esto, los profesores tenemos que revisar documentos que tienen cientos de páginas de extensión (resultado de esos requisitos) y no nos damos abasto para hacerlo... ¿pero es que alguna vez hemos cuestionado esos requisitos? El segundo problema es que el ambiente en la clase no ha permitido una conversación sincera en la que el estudiante plantee su problema (no tengo este dato) y el profesor proponga soluciones que vayan más allá de "tienes que conseguirlo o te jalo". No hay confianza, y esto afecta el desempeño.

El tercer caso es aún más común. El estudiante que hace la tarea "así no más", el mínimo indispensable para cumplir con lo que la profe dijo. Esto es, posiblemente, el resultado de 15 años de educación en los que las tareas se plantearon como una carga externa, algo completamente alejado de la vida del estudiante, que impide hacer las cosas que uno quiere. En muchos casos, no lo voy a negar, es así. Pero esta es la tesis, y la "tarea" fue diseñada para que ayude a los tesistas a encontrar la información que necesitaban. "¿De qué te ha servido hacer esto?" tuve ganas de preguntarle. A mí no me hace feliz; para él fue una pérdida de tiempo.

¿Cómo es que los profesores podemos convertirnos en aliados de nuestros estudiantes? ¿Cómo es que esos contenidos que tenemos que cumplir, expresados en los sílabos y en los planes de trabajo, pueden plantearse como parte de la vida, como herramientas, como conocimiento disfrutable? 

Es necesario que salgamos de la instrumentalización y de los roles estáticos en los que el profe manda y el alumno obedece, el profe pide y el alumno consigue, el profe indica y el alumno hace. Enseñar no es un checklist. Las tareas que proponemos y, sobre todo, la relación que apuntamos a crear con nuestros estudiantes tampoco debe serlo.

jueves, 31 de mayo de 2012

Escribir... arquitectura

Esta información es del manual de estilo de The Economist. Fue citada en un blog, buscando enfocarla para escribir sobre arquitectura. Es una buena idea. Muy frecuentemente quienes escriben (escribimos) de arquitectura llenamos nuestros artículos con palabras pomposas, metáforas y frases que plantean ser eruditas, pero, al parecer, olvidamos que el principal objetivo de un escrito es ser leído y entendido, especialmente si se trata de textos de difusión.

Aquí unos extractos del artículo, como para tomar en cuenta:

"El primer requisito de The Economist es que el texto debe poderse comprender fácilmente. La claridad de la escritura por lo general corresponde a una claridad de pensamiento. Así es que piensa lo que quieres decir y luego dilo en la forma más sencilla posible. Ten en cuenta seis reglas elementales de George Orwell (Politics and the English Language, 1946): 

1. Nunca uses una metáfora, un símil u otro tipo de expresión que estás acostumbrado a ver en escritos novelescos.
2. Nunca uses una palabra larga donde puedas usar una corta. 
3. Si es posible eliminar una palabra, elimínala siempre. 
4. No utilices nunca la voz pasiva donde se puede utilizar el activa. 
5. Nunca uses una palabra extranjera, un término científico o una palabra de jerga si puedes encontrar un equivalente en castellano común y corriente.
6. Rompe cualquiera de estas reglas antes de escribir una absoluta barbarie.

Los lectores, en principio, están interesados en lo que quieres decir. Pero por la forma en la que lo escribes, puedes animarlos o desanimarlos a leer. Si quieres que sigan leyendo:

- No seas sobrecargado. Hazlitt dice que para escribir en un estilo genuino y familiar, hay que hacerlo como cualquiera se expresaría uno en una conversación cuyo tema domina a fondo, usando palabras comunes que permitan entender el discurso con facilidad, claridad y fuerza. Hay que dejar de lado florituras pedantes y decorativas.

- Usa el lenguaje de habla cotidiana, no el de portavoces, abogados o burócratas (prefiere usar dejar en vez de permitir, comprar en vez de adquirir, subir en vez de ascender, partir en vez de empezar, en su mayoría en vez de mayoritariamente, etc.) [sin dejar de mencionar que hay que evitar usar palabras que no existen pero que han sido adoptadas en ciertos entornos coloquiales, como aperturar]. La pomposidad y el alargar innecesariamente las frases tienden a oscurecer el significado o a revelar la falta de éste: deshazte de esto en favor de palabras sencillas. 

- No seas intimidante o arrogante. Quienes no estén de acuerdo contigo no son necesariamente estúpidos o locos. Al expresar tu opinión, no te limites a hacer afirmaciones. El objetivo no es sólo decir a los lectores lo que piensas, sino persuadirlos; si utilizas argumentos, razonamiento y pruebas, puedes tener éxito. No abuses de palabras como deberías o tienes que.

- No estés demasiado satisfecho contigo mismo. No te jactes de tu propia inteligencia al decir a los lectores que predijiste correctamente algo o que tienes una primicia. Es más probable que esto los aburra o los irrite en lugar de impresionarlos.

- No seas demasiado didáctico. Si demasiadas frases comienzan con compare, considere, imagine, mire, consulte, vea la nota, recuerde, prepárese para, los lectores pensarán que están leyendo un libro de texto. Esta no es la mejor manera para convencerlos que sigan leyendo.

- Haz tu mejor esfuerzo para ser lúcido (o, como dice Stendhal, "sólo veo una regla: ser claro"). Las frases simples ayudan. Reduce las construcciones complicadas al mínimo.

Los párrafos largos pueden confundir al lector. Fowler dice que "el punto es esencialmente la unidad de pensamiento, no la longitud; [la frase] debe ser homogénea en el tema y secuencial en su construcción." Oraciones de un párrafo de extensión deben ser usadas sólo ocasionalmente.

El pensamiento claro es la clave para una escritura clara. 'Un escritor escrupuloso,' observó Orwell, 'en cada frase que escribe se preguntará pro lo menos cuatro cosas: ¿qué estoy tratando de decir? ¿qué palabras lo expresarán? ¿qué imagen o modismo lo hará más claro? ¿es esta imagen lo suficientemente fresca como para tener un efecto? Y quizá se haga dos más: ¿puedo ser más breve? ¿he dicho algo que es feo y que puede evitarse?'."

www.vag.org.uk
Agregaría un componente adicional para escribir sobre arquitectura. En muchos casos tenemos que apoyarnos en descripciones de edificios o eventos, esto nos lleva a mezclar datos (la altura de una sala, por ejemplo) con impresiones (las sensaciones que ésta produce). Es en estos momentos en los que la claridad y la brevedad son muy importantes. Existen buenos textos de arquitectura poéticos y que buscan un enfoque más narrativo que científico o descriptivo (lo escrito por Louis Kahn o, en algunos casos, por Le Corbusier, por ejemplo), pero por lo general, un texto es más efectivo si busca una economía de palabras e ideas. En resumen, ir al grano de la manera más simple posible. 

martes, 10 de agosto de 2010

Arquitectura Autoconstruida: Huaycán II

Esta segunda etapa del estudio se enfoca en el desarrollo de las zonas extremas de Huaycán: las más antiguas, que corresponden a un planteamiento diseñado con la colaboración de pobladores y arquitectos; y las más recientes, espontáneas, que se encuentran en sus primeras etapas de desarrollo y consolidación.

El objetivo es analizar la autoconstrucción desde el punto de vista de la arquitectura y de las historias individuales de sus habitantes, con el fin de establecer un perfil evolutivo de la arquitectura espontánea.

El estudio de las diferencias en la arquitectura de los distintos barrios nos dará información sobre cómo es el crecimiento actual de Lima.

Pueden participar estudiantes y egresados de la carrera de Arquitectura, así como los interesados de otras disciplinas, previa inscripción al mail pcarcdre@upc.edu.pe.

Inicio: Lunes 31 de agosto, 2010.
Cierre: Viernes 5 de noviembre, 2010.



jueves, 20 de mayo de 2010

CTRL+C CTRL+V

O, en otras palabras, copy-paste.

¿Cómo es posible que sólo 3 teclas en una computadora causen tantos estragos? O peor aún, ¿cómo es posible que el terrible hecho de ejecutar esa secuencia no cause estrago alguno?

Es la diferencia entre la honestidad y la hipocresía, la diferencia entre la seriedad y la farsa, la diferencia entre la confianza y la desconfianza. Creo que el problema es que copiar es sumamente fácil de hacer y difícil de indentificar. La investigación seria, por otro lado, es laboriosa y no siempre sencilla.

Del mismo modo, es fácil corregir un trabajo "en diagonal" y muy trabajoso leer palabra por palabra. Es sencillo hacerse de la vista gorda ante una falta, ahorrarse el papeleo y dejar pasar un copy-paste; es complicado seguir el proceso que conlleva la sanción, convertirse en ogro y denunciar el plagio.

Pero la investigación seria no puede admitir plagios. Y es precisamente esa investigación seria la que nos lleva adelante, como individuos y como colectividad.

Creo que en el hecho de hacer cualquier labor intelectual, sea esta una tesis, una monografía, un ensayo o un simple reporte, no sólo hablamos de lo que sabemos o creemos; nos mostramos tal cual somos. El hacer un buen trabajo, entonces, nos honra a nosotros mismos, nos hace justicia y premia nuestro esfuerzo.

El tiempo dedicado al estudiar, el volumen de textos leídos, las horas dedicadas a la reflexión, los momentos de diálogos inteligentes y motivadores... todo eso merece ser adecuadamente valorado. Por y para nosotros mismos: estudiantes, investigadores, profesores, colegas.

Seamos honestos. Nos lo debemos.

jueves, 14 de enero de 2010

Estudiar arquitectura: Manual de Tesis (V)


8. El proyecto

Teniendo ya toda - o al menos una buena parte - de la información que necesitamos para elaborar el proyecto, es momento del diseño propiamente dicho. Como ya se mencionó en algún momento, el trabajo de investigación puede ir a la par del trabajo de diseño puesto que uno se alimenta del otro y viceversa.

¿Cómo empezar? ¿Qué hacer? ¿Cómo debe ser este proyecto?

Al respecto tengo poco que decir. El proyecto es la traducción en arquitectura del tema (ese que se tomó de punto de partida), llevado a la realidad a través de reglamentos e información adicional.

Algunos abogan por realizar un proyecto vanguardista, que implemente las más recientes tecnologías, una suerte de experimentación. Hay quienes hacen un proyecto medianamente convencional, bien resuelto, partiendo de premisas prácticas. Ambas posturas son válidas.

El proyecto, finalmente, dependerá por sobre todo de uno mismo, de lo que uno quiere hacer, pero también y en gran medida, del asesor o asesores que se tenga, de las líneas de investigación preferidas por la facultad y de la realidad o contexto específico en el que se encuentre.

Algunos tips de último minuto:

- Sé práctico... o dicho de otro modo, la tesis es (y debe ser) finita. Hay momentos en los que nos encontraremos con temas que nos apasionan, con diseños que pueden ser perfeccionados, o con líneas de investigación que nos gustaría profundizar. Eso está muy bien, pero no se debe olvidar que el proyecto final debe entregarse y que si el tiempo de su ejecución se dilata mucho, cada vez será más difícil concluir.

- Diviértete. Volvamos a lo dicho al inicio: Elegir eso que hubiéramos hecho si no fuéramos arquitectos. Está garantizado que frente a lo complejo del trabajo, en más de una ocasión querremos tirarlo todo a la basura, y probablemente lleguemos a preguntarnos por qué elegimos ese tema en primer lugar. Es por eso que debemos partir de un tema que nos motive, que nos interese, del que querramos saber mas. Para resistir medianamente bien a esos momentos de desesperación.

Y buena suerte.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Estudiar arquitectura: Manual de Tesis (IV)

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7. Manos a la obra: la investigación

Lamentablemente, ésta es la etapa de la tesis que más flojera puede dar a muchos estudiantes. ¿Por qué? Porque la mayoría de arquitectos no están acostumbrados a investigar. A diferencia de las carreras científicas o las de humanidades, es extraño encontrar en una facultad de arquitectura algún curso de metodología de la investigación. En el mejor de los casos, cuando lo hay, éste está hacia el final de la carrera, lo que significa que el investigar se convierte en un proceso adquirido temporalmente, pero no del todo asimilado.

La investigación tiene dos motivaciones. Por un lado se trata de coleccionar una serie de datos que nos van a servir para proyectar aquello que pensamos hacer: reglamentos, proyectos referenciales, teoría sobre el funcionamiento de determinados materiales, etc. Por otro lado, se trata también de satisfacer nuestra curiosidad. Porque se supone que si escogiste un tema que verdaderamente te apasiona, tienes un mínimo de interés por saber un poco más de mismo tema... Y finalmente porque, sobre todo en las etapas iniciales, cualquier mínima información puede ser importante.

En líneas generales, la investigación que servirá para el diseño del proyecto debería tener las siguientes partes:

- Marco conceptual: (¿El qué?) Digamos que se trata de todos aquellos "previos" que deben considerarse antes de abordar el proyecto. Descripción del tema, información de disciplinas relacionadas (sociología, economía, educación, etc...), estadísticas. Es un conjunto de información, no necesariamente relacionada a la arquitectura, que sirve para situarse en el tema.

- Antecedentes históricos: Es decir, cuál ha sido la evolución del tipo arquitectónico que estamos diseñando que lo ha llevado a su configuración actual. El saber esto permite empaparse de los aspectos sustanciales del proyecto y, eventualmente, plantear en el diseño una posible evolución.

- Proyectos referenciales: Análisis de edificios construidos o proyectados que, de alguna manera u otra, aborden el tema de la tesis. Cuanto más exhaustivo el análisis, más herramientas se tendrá para abordar el proyecto.

- Aspectos reglamentarios: Desde el Reglamento Nacional de Construcción a reglamentos específicos, pasando por entrevistas con profesionales relacionados al tema. No se trata sólo de compilar información, sino de estudiarla y entender sus lógicas, que son también las lógicas del proyecto.

- El sitio: El proyecto estará ubicado en un lugar con características específicas. Se debe ir al lugar, pasear, analizar, estudiar, entender sus dinámicas, imaginar cómo el proyecto se insertaría en él, identificar posibles zonas de conflicto y ventajas de ese lugar con respecto a otro. El sitio y el proyecto se alimentan uno de otro.

- El usuario: Más allá de la información obtenida leyendo reglamentos y estudiando los aspectos teóricos del funcionamiento del proyecto, se debe analizar la manera como cada uno de las personas involucradas lo usa. Creo que es indispensable visitar proyectos similares y ponerse en el lugar de la mayor cantidad de usuarios posible; la información recogida será más profunda y rica que la que se puede extraer con sólo consultar reglamentos o proyectos referenciales.

Con todo esto se arma un documento, es decir, un escrito que presente la información de manera ordenada y que sea unas herramienta de consulta cuando se esté diseñando.

¿Dónde se consigue toda la información necesaria? Internet, bibliotecas, entrevistas... las fuentes son casi infinitas. Sugiero dar un vistazo a este blog, que publica información y sitios útiles para la investigación en arquitectura.

Continuará...

martes, 15 de diciembre de 2009

Estudiar arquitectura: Manual de Tesis (III)

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5. El asesor, los asesores

En todo este largo camino de hacer la tesis de grado definitivamente uno no está solo, ni debe estarlo. Si bien uno de los fines de este trabajo es demostrar que el estudiante está listo para ejercer como arquitecto, no se espera que ya lo sepa todo y no necesite más guías o ayudas. Es por eso que las facultades ofrecen diferentes maneras de asesorar, ya sea con uno o más profesores que revisan el proyecto, sustentaciones parciales, críticas grupales, etc.

En la mayoría de casos, el asesor es uno (o una), sin embargo creo que cuantos más arquitectos miren el proyecto o escuchen las ideas es mejor, porque uno tendrá una retroalimentación más completa.

Con respecto a este punto hay dos cosas importantes que se debe tener en cuenta:

a) Buscar a los especialistas: si el proyecto que pienso desarrollar tiene un importante porcentaje de paisajismo, es evidente que tengo que revisarlo con un arquitecto especializado en el tema. Pero además si estoy haciendo un hospital, no sería mala idea entrevistar médicos que puedan dar un punto de vista "desde adentro", que un arquitecto no necesariamente percibiría.

b) No todas las opiniones tienen el mismo peso: esto es un poco complicado de discernir, pero es vital hacerlo. Se debe ser cuidadoso al pedir opiniones y, si bien todas deben ser respetadas, no todas pueden aplicarse en la tesis. La selección de qué es importante y qué debería ser ignorado no es fácil, pero es imprescindible.

Aconsejo que, además del asesor principal, se consulte con unos 4 ó 5 arquitectos, de preferencia especialistas en el tema de tesis, y la misma cantidad de profesionales (no arquitectos) involucrados con el proyecto.

Se debe decir algo más con respecto a los asesores: no todos se ajustan a todos los momentos de la tesis. Los hay pragmáticos, que se fijarán en el funcionamiento general del proyecto; soñadores, que elucubrarán sobre aspectos casi filosóficos del tema elegido y posibles enfoques; minuciosos, que querrán ver detalles constructivos y de acabados, y un largo etcétera.

Nuevamente se necesita un poco de criterio para saber qué asesor se ajusta mejor a la etapa en la que va el proyecto.

Continuará...

viernes, 11 de diciembre de 2009

Estudiar arquitectura: Manual de Tesis (II)

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3. Si pero... ¿cómo es una tesis de arquitectura?

Vamos por partes. En general, una tesis un trabajo en el que es estudiante trata un problema o argumento relacionado con la carrera que está por concluir. Pero una tesis es también una idea, una conclusión, una opinión sostenida por un discurso racional.

En la mayoría de carreras (sobre todo las de humanidades) la tesis es un trabajo de investigación exhaustivo que parte de una premisa que se debe validar; dicho de otro modo, el estudiante tiene una idea (hipótesis) y quiere probar que ésta es cierta (tesis). Para esto, se debe revisar la bibliografía sobre el tema, eventualmente realizar investigaciones de campo (encuestas, fotografías), elaborar un discurso coherente y presentarlo.

La tesis de grado en arquitectura tiene un componente adicional... un "detallito". Es, además, un proyecto. La entrega del producto final de dicha tesis va a ser no sólo un documento estructurado, sino además todos los soportes (planos, maquetas, vistas) que permitirán al jurado entender el proyecto, y de paso demostrarán que el estudiante está listo para ejercer como arquitecto.

4. Etapas de la tesis de arquitectura

Como ya se dijo, lo importante acá es el tema. Éste será punto de partida, hilo conductor, motivación principal, y nos va a seguir durante todo el proceso de la tesis. Esto no quiere decir que el tema no pueda cambiar durante este lapso, de hecho habrán ajustes, aclaraciones y variaciones en el punto de vista, pero lo importante es que una vez que el tema esté delimitado, no lo debemos perder de vista.

Una vez que el tema está definido y acotado, hay dos tareas a realizar: convertir dicho tema en una idea arquitectónica que luego será un proyecto e investigar sobre las teorías que puedan ayudar a la proyectación. Personalmente creo que ambas tareas deben realizarse casi casi en paralelo.

Es decir que mientras uno piensa en las aplicaciones prácticas (arquitectónicas) del tema en el que uno está interesado, uno tiene que ir leyendo todo lo que pueda, no sólo en arquitectura, sino también - y esto es muy importante - en temas afines como sociología, arte, economía, etc. Estas tareas se alimentan una de otra: a medida que vamos diseñando, nos damos cuenta que necesitamos de cierta información; del mismo modo, mientras más leamos sobre el tema, más herramientas tendremos para enfrentar el diseño.

Continuará...

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Estudiar arquitectura: Manual de Tesis (I)

La (divag)autora no se hace responsable de la aplicación correcta de este manual. En otras palabras: si no te va bien en la tesis, no me reclames.

1. Hacer tesis o no hacer tesis:

Lo primero que me nace decir es "hazla de una vez, que se sobrevive", pero creo que la respuesta es más compleja. Personalmente creo que el hacer la tesis de fin de carrera tiene dos ventajas.

En primer lugar, da la posibilidad de hacer ese proyectito que uno siempre quiso hacer, con una cierta flexibilidad, pocas limitaciones presupuestarias y sin clientes irrazonables. Claro que hay un asesor y éste puede ponerse pesadísimo, y también hay un jurado que puede ser aún peor; pero no hay una ama de casa con vocación de dibujante ni un cliente ingeniero que cree que uno es sólo decorador.

En segundo lugar, creo que es importante cerrar la etapa universitaria con un evento grande. Algo que abarque todas las esferas, que sea un rito, que sea un acto de glorioso masoquismo - sangre, sudor y lágrimas, dicen por ahí. ¿Por qué? Porque hay pocas sensaciones tan maravillosas como finalmente dormir, no importa la hora que sea, luego de haber entregado esos planos y esa maqueta. Uno siente que duerme por los cinco o seis años de carrera en los que no se durmió bien.

¿Hacer o no hacer tesis? Hazla de una vez, que se sobrevive.

2. El tema de la tesis

La selección de tema de tesis es parte de un proceso y existen dos puntos de partida: el "todista" y el "nadista". El primero parte de premisas como "con mi tesis quiero solucionar el problema de vivienda masiva en el Perú"; el segundo, de "un centro cultural así no más, para acabar rápido". Ni uno ni otro son temas de tesis; para esto es que se inventaron los cursos de investigación, pre-tesis, lineamientos o afines, con el fin de encauzar las buenas o malas ideas y convertirlas en tema.

Este tema no puede ser ni muy complicado ni muy simple. Es altamente improbable (por no decir imposible) que un tema de tesis solucione el problema de la vivienda masiva; como es altamente improbable que un jurado apruebe un tema de poca complejidad.

Primera acotación: tenemos que distnguir entre tema de tesis y programa arquitectónico. Un Hospital es un programa arquitectónico - una tipología si se quiere -, los espacios intermedios en la vivienda social es un tema de tesis. Un centro cultural es un programa, arquitectura que crece en el tiempo es un tema.

El tema nos debe hacer pensar en la Arquitectura con A mayúscula. El programa es simplemente un pretexto, un ejemplo de qué sucedería si este tema es puesto en práctica. Ejemplo: el tema es el empleo de recorridos secuenciales utilizando espacios cerrados y abiertos, la aplicación será el proyecto de una escuela primaria.

Segunda acotación: Ni muy ambicioso, ni muy pobre. Hay un límite de tiempo, esa tesis debe terminar, el tema debe cerrarse, así es que el acotar sus límites (los famosos "alcances y limitaciones") es importantísimo. Una tesis demasiado pobre no permitirá un nivel de complejidad adecuado ni el empleo de suficientes recursos y esto va a tener como consecuencia una nota baja o desaprobada.

Corolario: Elegir eso que hubieramos hecho si no hubiéramos sido arquitectos. Uno debe empezar locamente enamorado del tema de tesis, del proyecto, de todas las ideas iniciales, porque llegará un punto que las odiará, seguramente. Así es que esa pasión inicial es casi indispensable, es el combustible que nos alimentará durante todo el proceso de hacer tesis. Por eso, personalmente, sugiero que la tesis tenga que ver con esa otra cosa que nos apasiona (además de la arquitectura).

Continuará...
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