Traducción de extractos del artículo "The 7 Lamps of Architecture Criticism", publicado en Huffington Post.
"[...] ¿Qué es "crítica seria" en arquitectura? Este es un tópico vital, dado que los críticos frecuentemente dan forma a la opinión pública, tanto como lo hacen los mismos arquitectos, o más. Pregunté a un grupo de escritores respetados cuáles creen que son las principales características de la buena crítica. Blair Kamin, el crítico del Chicago Tribune, ganador del Pulitzer, me dio una lista que llamó 'Las siete lámparas de la crítica arquitectónica", en homenaje al tratado de John Ruskin de 1849. Sin vergüenza alguna, voy a robar y adaptar su estructura alrededor de comentarios de otros.
1. De principios (Principled)
"Necesitamos críticos iluminados, no francotiradores de sillón," insiste Susan Szenazi, editora jefe de Metropolis. "El crítico ideal es justo, ético, empático," dice Cathy Lang Ho, la editora jefe original de The Architect's Newspaper. "Ten un objetivo mayor," dice Alexandra Lange, autora de Writing About Architecture: "Enfatiza por qué [tu opinión] importa - en la ciudad, al público, a los usuarios." Cathleen McGuican, editora jefe de Architectural Record, está de acuerdo: "Juzga a un proyecto por su propios méritos. No puedes juzgar una cabaña como lo harías con un castillo." Justicia, señala, significa "no esconder tus propios fuertes sesgos," una cualidad a la que John King, de San Francisco Chronicle, se refiere como "honestidad". Michael Sorkin, el antes crítico de Village Voice, dice que la buena crítica "defiende equidad, belleza y sostenibilidad" y "promueve amabilidad, generosidad y excelencia."
2. Plausible
"La emoción no triunfa sobre la razón," dice Robert Ivy, quien antes escribía en Architectural Record y es, en la actualidad, CEO de the American Institute of Architects. "La pasión puede lograr mucho, pero no es lo único que hay." McGuigan usa el término autoridad, que requiere que "los críticos se vuelvan bien informados en cada aspecto de la construcción, programa, contexto, y límites de sus objetos de crítica." Como señala Kamin, "Los buenos críticos realmente conocen su territorio. Muchos sitios web actualmente sólo juntan imágenes y artículos de noticias sin ofrecer un punto de vista. Eso no es crítica - es maquillaje."
3. Ubicada (Placed)
"Los edificios no son meros objetos estéticos," dice Karrie Jacobs, la editora jefe original de la revista Dwell. "La buena crítica no se trata de comentar un render. Considera la arquitectura en el contexto de las muchas fuerzas en competencia (y frecuentemente en conflicto) que dan forma a un edificio." Lange está de acuerdo: "El contexto es una de las maneras en las que la crítica añade valor." En palabras de King, "La buena crítica debe estar enraizada." Szenasy lo explica: "La buena crítica de arquitectura entiende el contexto, sea este social, económico, ambiental o cultural. Diseñar sin estas conexiones es un ejercicio estilístico hueco."
4. Persuasiva
"El crítico debe construir un argumento persuasivo - ladrillo por ladrillo," declara McGuigan. Como señala Sorkin, la mejor crítica "lucha por su propia relevancia y presencia." [...] explica Kamin: "tú sabes lo que el crítico piensa." Lange añade que "la técnica más persuasiva es hacer que el lector vea cosas a través de los ojos del crítico. Sé visual. Describe la experiencia de modo tal que las personas puedan imaginarse a sí mismas ahí."
5. Apasionada (Passionate)
"La crítica depende del amor", proclama el ganador del Pulitzer Paul Goldberger, quien añade "el conocimiento, el juicio, y una habilidad para balancear estas cosas", como cualidades esenciales. La palabra "amor" puede sorprenderte, dado que, como Lange dice, muchas personas creen erróneamente que "crítica es igual que odiar cosas." Pero Goldberger se explica en Building Up and Tearing Down: "Un crítico que no ama su disciplina no puede durar mucho en ella... Amar la cosa... y además amar lo que la cosa significa en las vidas de otras personas" es un pre-requisito. Ivy está de acuerdo, y dice que la buena crítica refleja "un profundo compromiso" y "amor por el objeto." Según King, "tienes que tener una pasión y una ambición que se extiende más allá que simplemente hacer un balance de la última torre."
6. Provocativa
"El crítico debe ser un luchador", escribió el año pasado el historiador y crítico Joseph Rykwert. Hace una década, el fallecido "perro guardián de la arquitectura" Allan Temko señaló que pocos escritores contemporáneos aprecian "la crítica activista - la necesidad de salir y pelear con uñas y dientes." Los críticos pueden usar su posición para "hacer fuerte propaganda por una postura real," dice Sorkin. Deben ser "osados", sostiene Ho, "al manifestarse por prácticas que contribuyen a un mundo más equitativo y sostenible." Kamin opina que "un crítico no sólo termina una conversación - él/ella puede iniciarla."
7. Pública
"El principal propósito de la crítica arquitectónica," declara Kamin, "es construir un puente entre la gente y la esfera pública. La arquitectura no es una transacción puramente privada entre arquitectos y clientes. Afecta a todos. Así es que debe ser comprensible por todos." Sorkin ha llamado a la crítica "una profesión de servicio" cuyo "rol es evaluar y promocionar los efectos positivos que la arquitectura puede brindar a la sociedad y al mundo." Ho respalda esta postura: "Al final, los edificios encarnan un conjunto de valores, y los mejores críticos son aquellos que abogan por valores que eleven a la sociedad y, al mismo tiempo, ayuden a desarrollar el arte."
[...]
"Los edificios no existen en un vacío", señala Kimmelman, [...]. "Estos pueden ser sorprendentes e innovadores a la vista, pero no son esculturas." Todos los escritores que entrevisté enfatizan que la arquitectura y su crítica deben demostrar gran empatía por el público."