sábado, 1 de diciembre de 2018

Primum non nocere I: las herméticas torres de oficinas

Primum non nocere. Desde el juramento Hipocrático (siglo IV a.C.), se incluye esta noción como la primera de las reglas a cumplir por un médico. La bioética contemporánea la traduce como inocuidad (non-maleficence): es preferible no hacer nada, que hacer algo que pueda dañar o empeorar una situación dada.

Los arquitectos y los médicos compartimos una característica fundamental: ambos desempeñamos profesiones al servicio de la gente. El primum non nocere debería aplicarse a nosotros con el mismo rigor.

Sin embargo, resulta tan extraño en la práctica cotidiana. ¿Cuántos ex-terrenos eran mejores que los edificios que actualmente los ocupan? ¿Cuántos barrios se han arruinado por el producto de los arquitectos?

Los ejemplos son muchos, pero empezaré por uno que me parece especialmente grave, porque el daño que comete no es sólo estético (apreciación subjetiva y cuestionable) sino ecológico. Es decir, nos hace daño a todos.

Los edificios con muro cortina, enormes prismas de colores metálicos, se pusieron de moda, en otras latitudes, durante los años 80. Crisis económicas y terrorismo nos mantuvieron a salvo de ellos hasta fines de los 90, cuando se convirtieron en la nueva y mal entendida "arquitectura moderna" en Lima, símbolo de un boom que emocionó a economistas, ingenieros y, por qué no, arquitectos. Actualmente proliferan, con velocidad alarmante, en distintos puntos de la ciudad.

Ya se ha argumentado que el emplazamiento de estos conglomerados de oficinas genera congestión en zonas de la ciudad que están mal preparadas para un incremento tan dramático del flujo vehicular. También se ha dicho que son edificios que generan espacios desagradables, fuera de escala y poco acogedores en su conexión - o falta de - con la calle.

Los sobre costos de algunos de estos proyectos, la poca integración con el contexto, lo aburrido de sus formas, lo complicado de su limpieza, lo predecible de la fórmula de oficina como diseño arquitectónico, son otros aspectos a mencionar.

Yo priorizo el problema de la ventilación. La nula importancia que se da a la orientación, sumada a que muchos de estos edificios emplean ventanas que no se pueden abrir, hace indispensable el uso constante de aire acondicionado. En Lima. Todo el año.

Es cierto que hay meses en verano en donde un poco de aire fresco no nos caería mal, pero la mayor parte del año, una ventana abierta o cerrada puede solucionar el problema del confort térmico al interior de casi cualquier construcción concebida con sensatez. 

El mal diseño, que sucede con alarmante frecuencia en estas torres, obliga a sus dueños o arrendatarios a un gasto constante de energía en ventilación artificial. Si, además, se trata de edificios que, por razones de imagen, utilizan cristales oscuros, a dicho gasto hay que agregar la necesidad de utilizar luz eléctrica todo el día.

(Fuente: http://www.gym.com.pe)
El uso permanente de ventilación artificial, además, tiene efectos negativos en la salud de sus usuarios (Robertson et al., 1985; Yu et al., 2009), especialmente en lo concerniente a las vías respiratorias. Son edificios que nos enferman.

¿Por qué se siguen construyendo? Una idea equivocada de imagen institucional, un simbolismo impuesto que asocia estos edificios con oficinas productivas y "modernas", en suma, una más de tantas modas dañinas en la historia. 

¿Tenemos que ignorar a las torres de oficina de muro cortina, entonces? No lo creo. Muchos de los problemas planteados encuentran solución en el sentido común. Evitar que las cuatro fachadas sean iguales y considerar, en lugar de esto, la orientación del edificio y los frentes en los que se debe evitar el asoleamiento; el uso de membranas o parasoles incorporados al diseño del edificio; la posibilidad de una ventilación natural por medio de, solución más que obvia, ventanas que puedan abrirse (el edificio administrativo de la Universidad Nacional de Centro del Perú, con climas más adversos y muchos otros temas criticables, lo hace). Estoy segura que hay muchas otras posibilidades que deberían ser ejercicio creativo de arquitectos. 

Claro, si las ventanas se abren, el prisma ya no se verá "limpio", término con lo que muchos arquitectos tienden a obsesionarse y que nada tiene que ver con la higiene. Bueno, toca preguntarnos, ¿qué es preferible?

sábado, 3 de noviembre de 2018

New Orleans: Piazza d'Italia (C. Moore + Perez Architects) II

"Charles Moore’s Piazza d’Italia is like one of those fruity, rummy Hurricane cocktails that you sip through a straw from a curvy glass garnished with an orange slice and maraschino cherry: colorful, over the top, and made of questionable ingredients." (Freeman, 2004)


"The way architecture communicates with this industrial society has to be seen as a major challenge for Post-Modernism. Clearly Modernism failed to speak to this society in several ways [...]. Simplifying somewhat we can point to three basic justifications for choosing a style, or mixing them, as the case may be: the context that the building fits into, the character of the particular functions which must be enhanced by style, and the taste-culture of the inhabitants. We can see these three aspects in Charles Moore's [...] Piazza d'Italia in New Orleans" (Jencks, 1977, p. 143)



"Inclusivism rejects the Modern Movement's aloof and heroic stance with regards to the realities of day-to-day living in favor of a more modest and flexible position by which architecture embodies values that are supported by society and not just other architects. [...]

Post-Modernism also rejects the abstraction of the Modern movement's International Style in favor of a return to "representational" as a key element in communication. Charles Moore, for example, states that his recent design for a fountain at the Piazza d'Italia in New Orleans is 'shaped like the map of Italy (only very slightly abstracted), with the five architectural orders on the wall surruonding it rendered, not exactly standardly, but certainly quite specifically in stainless steel and water [...]'" (Stern, 2009, p. 111)


"A point worth stressing is that the plurality of meanings in this scheme could not have been successfully incorporated by one designer (a point to be made generally about participation [...]). Moore has teamed up with two local architects from the firm of Perez and Associates and these designers supplied much of the peculiar cultural knowledge. They were the ones to stress the importance of the annual St. Joseph's festival, the pretext for the fountain and piazza. Once a year, the Italian community comes to the fore to celebrate its presence and they do so by selling Italian specialities and local concoctions (muffalattas, salami, cheese, etc.) on the day of their patron saint. Since the ostensible reason for the piazza was to give identity to the Itallian community in a city where other ethnic groups dominate (the French, Spanish, the blacks and Anglos) there was a sufficient pretext for historicist rhetoric and explicit content." (Jencks, 1977, p. 146)












 

"Clearly, the success of this rhetoric depends on an area outside of architecture: the belief in a credible social or metaphysical content. The search for such content is the next challenge for Post-Modernists." (Jencks, 1977, p. 146).


Fuentes:

Freeman, A. (2004) "That ’70s Show. In New Orleans, the third act begins on a famous outdoor stage." Landscape Architecture.

Jencks, C. (1977) The Language of Post-Modern Architecture. New York: Rizzoli.

Stern, R. A. M. (2009) Architecture on the edge of Post Modernism. Collected Essays 1964-1988. New Haven: Yale University Press.

jueves, 1 de noviembre de 2018

New Orleans: Piazza d'Italia (C. Moore + Perez Architects) I

"Es muy buena," dice una voz detrás de mí. Yo estoy colgada, precariamente, de las rejas del estacionamiento vecino, tratando de tomar una foto a esos capiteles delirantes.

"¿Le gusta?" pregunto, descolgándome de la reja.

"¡Mm-hm!" con dejo sureño, las manos metidas en el bolsillo de su mandil.

"A mí también."

La señora asiente, aprobando.

"Perdone, pero ¿qué es lo que más le gusta?" vuelvo a preguntar, antes de que se vaya.

"Bueno... que es como un escenario, ¿sabes? Puedes imaginarlo todo. Los romanos ('em Romans), entrando con sus caballos, sacando sus espadas y teniendo esas peleas. Sucedió en un sitio como este, ¿sabes? Y aquí me lo puedo imaginar muy bien. Es la atmósfera de esos lugares viejos, con historia. Me gusta."










Inaugurada en 1978, restaurada en 2004 y 2018. Ubicada en el límite del Warehouse District, en New Orleans, en el cruce de Lafayette y Commerce. 

En la actualidad permanece enrejada, pero el espacio puede alquilarse para eventos.

martes, 9 de octubre de 2018

10 razones para enamorarse de Roma (una y otra vez)

Ministero della Pubblica Istruzione
1. La luz. Visto en restrospectiva, creo que la mayoría de mis momentos de disfrute han tenido que ver con la luz. Pioggia e schiarite, el amanecer, el tramonto, el sol golpeando la parte alta de los edificios, las nubes coloreadas. Se me ocurre que es la luz la principal razón que, desde siempre atrajo e inspiró a artistas y arquitectos. Es un privilegio elaborar bajo la luz romana.

2. El transporte público. Lo sé. Actualmente los romanos no tienen muchas cosas positivas que decir de su transporte público. Y si uno ha tenido que esperar 45 minutos por un tranvía bajo el sol, lo entiende. Alguna vez yo escribí pestes sobre el tema. Pero para quien viene de la ciudad combi, poder sentarse cómodamente por media hora a leer, o ver el paisaje, o simplemente cabecear, el poderse transportar como en Roma es un lujo. De hecho, escribo esto mientras voy en tranvía por la línea 8, con una vista privilegiada de la Isola Tiberina.

3. La comida. Pasta Barilla con pesto genovese por 3 euros. 2 más si le agregamos un buen trozo de parmesano de verdad. No tengo nada más que decir.

4. La amabilidad inesperada. Será que estoy poniéndome vieja, será que ya me acostumbré, pero de pronto resulta que los romanos son amables, a su modo. Y ese modo es extraño, inesperado, ruidoso y, creo, de fuera se ve un poco agresivo. De todos modos, que la cuenta de la librería sea rebajada de 90 a 65 euros por pura amabilidad es notable. 

5. Las hojas de los árboles (y su olor) en otoño. Para quienes venimos de un mundo de dos estaciones (y una sutilísima primavera de una semana de duración), el otoño es un espectáculo. Las hojas crujientes en la vereda, el color entre verde y rojo, pasando por el dorado, el olor... el otoño es mi estación favorita y Roma sabe cómo hacerlo glorioso.

6. El tropezarse con edificios salidos de la clase de historia. Esta es la típica razón de los turistas aficionados a Roma, que van a propósito a ver los lugares más importantes. Pero el pasar casualmente al lado del coliseo cuando se toma el tranvía 3 es una sensación completamente distinta. No sé si los romanos se llegan a anestesiar y pierden la capacidad de asombrarse. Me costaría trabajo creer que es así.

7. El grito de "arrivedercigraziebuonagriornata" después del primer café en el bar. Ese café casi sólido, que se toma de un trago en la barra y resucita muertos. Y ese grito, porque si no es grito no tiene sentido, que es respondido del mismo modo. Educación matutina alla romana.

8. El lungotevere. Las hojas de los árboles casi tocando el río, el túnel sobre la vereda, el paisaje acompañando al agua, acompañando a la ciudad, acompañando al peatón. El lungotevere es divertido en carro, mágico a pie, intenso en bicicleta. Vale la pena caminar uno que otro kilómetro adicional si es que el camino que se toma es el del lungotevere.

9. Escuchar más de 5 idiomas en un mismo día... o en un mismo viaje en bus. Todos los caminos conducen a Roma: un ama de casa rusa hablando por teléfono, un par de monjas filipinas casi susurrando, dos niños discutiendo futbol en árabe, un turista francés que se equivocó de camino y el conductor romano que grita al colega algo que no entiende ni su madre. Eso, para empezar.

10. Los carteles antiguos de las tiendas. Esos que parecen salidos de una película de Fellini, con letras mayúsculas, nombres de mafioso y mala iluminación. Son parte del paisaje urbano de Roma y me alegro que la necesidad constante de renovar que muchas marcas del mundo parecen tener, haya evadido esta ciudad casi por completo. Si no, Castroni no sería Castroni.

sábado, 1 de septiembre de 2018

Colorado Springs: USAFA, Cadet Chapel (SOM & W. Netsch) III

Capillas de cristianos, judíos y budistas.






"The Chapel is unarguably the most fascinating feature of the US Air Force Academy in Colorado Springs. It’s construction was completed back in 1962 and was designed by Walter Netsch. Netsch’s designs had received some criticism in previous years because some people thought the incredible complexity of his buildings made them difficult to navigate. However, the Chapel is now regarded as his masterpiece and an incredible example of modern architecture." (Denver Stained Glass)







viernes, 31 de agosto de 2018

Colorado Springs: USAFA, Cadet Chapel (SOM & W. Netsch) II

Diseñada por Walter Netsch, de SOM, terminada en 1962.

Contiene una capilla protestante (la más grande), y lugares de oración para católicos, judíos y budistas, cuyo tamaño fue calculado en proporción a la cantidad de cadetes que profesaban dichas religiones cuando se diseñó el proyecto.

Imágenes de la capilla protestante













Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...