miércoles, 27 de febrero de 2008

Vivir en Roma: Manual de sobrevivencia (II)

Me refiero sólo a los romanos para no generalizar (aun) más de lo necesario.

Cosas a tomar en cuenta:

- Los romanos hablan a gritos, no importa si estás al costado, en la otra esquina o la conversación es por teléfono, siempre será gritando.

- Los romanos mueven las manos más que cualquier otro grupo humano que conozco. Estos gestos son sumamente variados, pero podemos distinguir tres ejemplos frecuentes:
1. El de los dedos de una mano juntos hacia arriba, tan dibujado por Quino, que suele acompañarse de la palabra "Maaaaaa" ("Peeeeero").
2. El de las manos juntas, como si se estuviera rezando, pero moviéndolas arriba y abajo. Suele ir acompañado de un insulto y se usa para hablar mal de una tercera persona (o institución) que no está presente.
3. Encogerse de hombros con los brazos estirados y las palmas hacia arriba, gesto acompañado por la onomatopeya: "Boh" (O sus variantes "Buh", "Eh" o similares). Podría traducirse como: "No te puedo/quiero ayudar, no sé nada, no insistas."

- Los romanos que no se conocen se saludan dando la mano.

- Los romanos que se conocen (independientemente de raza, credo, sexo, edad), se saludan con dos besos, PERO, el sentido de los mismos es a la inversa que en Perú. Hágase el siguiente experimento: acercarse espontáneamente a saludar a un/una peruano/a con un beso y dicha persona, de manera automática, presentará el cachete derecho. En Roma se empieza por el izquierdo y esa es una de las lecciones que más me está costando aprender.

- La comida en Roma está compuesta de 3 ingredientes básicos: tomate (sólido, líquido o pastoso), harina y mozzarella; y 2 especias básicas: orégano y aceite de oliva. Más albahaca, que no me decido si es ingrediente o especia. Si se suprimen estos ingredientes, no existe la comida en Roma.

- Los romanos son huelguistas, pero no les gusta reclamar. Y esta paradoja aún no la entiendo muy bien, pero es cierta. Podría decirse que, si hay algo que reclamar en grupo, hacen marchas, manifestaciones, protestas y huelgas. Pero si un individuo o un grupo pequeño debe reclamar, pues no lo hace... aparentemente prefiere acostumbrarse al problema en cuestión, aderezando con una mezcla de los gestos 1 y 2.

- Los romanos son elegantes. Esto hace sumamente dificil distingir al recogedor de basura del abogado (una vez que el primero se saca el uniforme de trabajo, naturalmente) y, al heterosexual del homosexual.

martes, 26 de febrero de 2008

Donde me doy el lujo de publicar dos poemas infantiles (II)

Canción del pirata

Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.

Bajel pirata que llaman,
por su bravura, El Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.

La luna en el mar riela
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Istambul:

Navega, velero mío
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.

Veinte presashemos hecho
a despechodel inglés
y han rendido
sus pendones
cien nacionesa mis pies.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

Allá; muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí; tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.

Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pechos mi valor.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

A la voz de "¡barco viene!"es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.

En las presas
yo divido
lo cogido
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna antena,
quizá; en su propio navío

Y si caigo,¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,sacudí.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

Son mi música mejor
aquilones,el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.

Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

José de Espronceda

Donde me doy el lujo de publicar dos poemas infantiles (I)

Margarita

Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;

yo siento
en el alma una alondra cantar
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento.

Éste era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes,
un kiosco de malaquita,
un gran manto de tisú
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita como tú.

Una tarde la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.

La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla,
una pluma y una flor.

Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.

Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
mas lo malo es que ella iba
sin permiso del papá.

Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.

Y el rey dijo: "¿Qué te has hecho?
Te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho,
que encendido se te ve?"

La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
"Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad".

Y el rey clama: "¿No te he dicho
que el azul no hay que tocar?
¡Qué locura! ¡Qué capricho!
El Señor se va a enojar".

Y dice ella: "No hubo intento;
yo me fui no sé por qué;
por las olas y en el viento
fui a la estrella y la corté".

Y el papá dice enojado:
"Un castigo has de tener:
vuelve al cielo y lo robado
vas ahora a devolver".

La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.

Y así dice: "En mis campiñas
esa rosa le ofrecí:
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí".

Viste el rey ropas brillantes
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.

La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.

Margarita, está linda la mar
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.

Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.

Rubén Darío.

El amor es un centro

Una esperanza, un huerto, un páramo
una migaja entre dos hambres
el amor es campo minado
un jubileo de la sangre
cáliz y musgo/ cruz y sésamo
pobre bisagra entre voraces
el amor es un sueño abierto
un centro con pocas filiales
un todo al borde de la nada
fogata que será ceniza
el amor es una palabra
un pedacito de utopía
es todo eso y mucho menos
y mucho más/ es una isla
una borrasca/ un lago quieto
sintetizando yo diría
que el amor es una alcachofa
que va perdiendo sus enigmas
hasta que queda una zozobra
una esperanza un fantasmita.

Mario Benedetti

miércoles, 13 de febrero de 2008

¿Qué ha de ser la crítica (arquitectónica)?

"En el campo de la arquitectura, ha estado de moda algo que yo no comparto ni en la teoría ni en la práctica, que consistía en decir que la práctica de la crítica arquitectónica exigía apartarse de la práctica del oficio de arquitecto. Defiendo exactamente lo contrario. Con esto no quiero decir que el mejor crítico sea el mejor arquitecto, ni que el mejor arquitecto sea el mejor crítico. Pero, evidentemente, la práctica del oficio proporciona una capacidad de entender y profundizar que enriquece la crítica."

Solà-Morales, Ignasi. En: Montaner & Pérez: Teoría de la arquitectura. Edicions UPC, Barcelona, 2003; 83.

Personalmente diría que lo mismo vale para la teoría.

Sobre Internet, operarios y otras cosas que hacen que vivir acá sea una prueba de paciencia

Durante mucho tiempo, un amable y anónimo vecino me proveía Internet de manera gratuita y... bueno, inconciente. Pero de pronto este maravilloso personaje desapareció, y mi casera y yo decidimos que era hora de tener nuestro propio Internet.

Veamos un día común y corriente. Me conecto, se conecta alguien de mi familia, y arrancamos con el chat con web cam y justo, justo, cuando alguno dice: "No sabes lo que pasó, te cuento que..." Se cuelga la red y tenemos que volver a conectar. Luego: "Es importantísimo que..." Se cuelga la red. "¿Ya regresaste? ¿Alo? ¿Me escuchas?" "Si" ... "Lo central en este punto es..." Se cualga la red. En una conversación de 30 minutos, en promedio la maledetta cosa nostra se cuelga 4 veces. O más.

Otro ejemplo. Los operarios que vinieron a arreglar/remodelar la fechada. No me queda muy claro qué hicieron, porque yo la veo igual, pero se trepaban por el edificio y destrozaban los jardines. Mientras esos encantadores seres humanos estuvieron aquí, se las arreglaron para malograr la calefación (durante una semana y en pleno invierno), dejarnos sin agua (un día) y mover la antena de la tele de forma tal que ya no se ve nítido (hasta ahora no lo arreglan).

Y el ejemplo de oro: yo vine a Roma, en octubre, pensando empezar clases en noviembre. No es una idea que se me ocurrió de la nada. Me lo dijo el secretario de la maestría por teléfono y desde Lima. En noviembre me entero que no, las clases iban a empezar en enero. Ya teníamos fecha, incluso, pero no, no empezaron.

Hoy es 13 de febrero. Recibí un mail hace un par de días diciendo que mañana, a las 4 pm, tenemos nuestra primera clase. Mi scusi, pero no me la creo.

martes, 12 de febrero de 2008

Que compila impresiones y expresiones traídas de Barcelona

Una de las mejores cosas de vivir en Europa, en general, es la cercanía a todos lados. Con sólo un par de horas, 20€ y un Ryanair se puede llegar casi a cualquier ciudad importante de Europa. El jueves pasado me fui en una de esas combis con alas a Barcelona.

Lo mejor del viaje, de lejos, ha sido la gente con la que me he encontrado. En BCN hay una colonia importante de peruanos, algunos de mis mejores amigos viven, trabajan, estudian, se juerguean allí. Ha sido lo máximo volver a ver a Carolina, Eduardo, Lorena y Rubén, Silvia y Gonzalo, hablar en buen perucho y comer arroz con pollo sin pollo. Pues que nos hemos liao con los sobres Provenzal y la olla arrocera.



Por otro lado, hostia, BCN es una ciudad con caracter. Ya sea que uno se pasee por l'eixample, las ramblas o la ronda del litoral, uno siente que está en Barcelona, tiene un "sabor" único. No conozco ningún otro lugar donde se junte con tanta frescura y naturalidad arquitectura contemporánea, modernista, medieval, barroca y tal. Los arquitectos de Barcelona pasan de los convencionalismos y, con un cierto respeto, hacen lo que les parece. Al pasear por las calles uno puede sentir que está en un pueblo, al llegar a las avenidas, uno está en una metrópolis.



A una distancia caminable (45 minutos caminando, pero caminable) de la casa donde vive Lorena, está la "Casa del Libro"... y cerquita, en Plaza Cataluña, "fnac". Me cago en la leche ¿qué más se puede pedir?



Me he dado el gusto de traerme 6 kilos de libros en castellano (no todos son para mí), he cheleado todos los días, hemos paseado por los Gaudís más importantes, me he divertdo tomando fotos chistosas y me he podido poner al día con las idas y venidas de mis queridos peruchos, con quienes me la he montado estupendo.



Y ahora, coño, con las energías renovadas, de vuelta a la tierra de la incertidumbre. ¿Vale?

miércoles, 6 de febrero de 2008

L'architettura e la gente

“Come spiegare il fatto che d’architettura parlano i soli architetti? Perché il pubblico, quale che sia il ceto sociale e il grado di cultura, discute di tutto, dalla televisione al cinema, dal teatro alla letteratura, dalla musica classica alle canzoni, dallo sport alla cronaca e persino dei vari «ismi» dell’arte contemporanea, mentre ignora completamente l’architettura?

Il primo motivo di questo disinteresse sta in ciò che, a differenza di altri prodotti accessibili quasi a tutti, quello architettonico risulta ancora privilegio di pochi, realizzabile in tempi lunghi e comunque non rispondente alle esigenze quantitative e di gusto del pubblico. Cosicché, l’architettura e le sue varie tipologie – la casa, la scuola, gli ospedali, i centri sociali, ecc. – sono viste nell’ambito della lotta quotidiana delle riforme che si attendono da sempre inutilmente, di quelle operazioni legate al mal governo, alla burocrazia, ai problemi dell’inefficienza, ovvero nel novero di quei fenomeni che la gente sopporta e subisce senza alcuna pertecipazione come alcuni aspetti della politica, il servizio militare, il fisco, il sistema pensionistico e quant’altro ci rende spiacevole la vita. Fino a quando la nostra disciplina dipenderà dai piani regolatori inesistenti o inattuati, da una politica oscillante fra il proibizionismo e l’abosivismo, dalla corruzione amministrativa e dalle tangenti, sarà impossibile guardare all’architettura come ad una cosa «amica» e sopratutto piacevole.”

DE FUSCO, Renato: “L’architettura e la gente”. En: Dentro e fuori l’Architettura. Scritti brevi (1960-1990) Jaca Book. Milano, 1992. pp 98-99.

domingo, 3 de febrero de 2008

Expo Pop'odrilos

Un poco de creatividad, pastrulada, tiempo ibre y un material onírico de aquellos.

Tanto el cocodrilo original como el material onírico que lo inspiró son cortesía de Lopo.



Lopo

Kuri

sábado, 2 de febrero de 2008

Vivir en Roma: Manual de sobrevivencia (I)

Y que me perdonen la redundancia en el título.

Esta entrada debe leerse con "Muchacho provinciano", éxito de Chacalón, como música de fondo.

Roma es la ciudad eterna, la ciudad de las 7 colinas, caput mundi (cabeza del mundo), limen apostolorum (umbral de los apóstoles) y la capital de Italia. De cariño - o más bien producto del síndrome de Estocolmo - yo la llamo la capital del caos.

Cuando llegué, lo hice pisando fuerte, y no sólo porque me sentía incurablemente optimista y segura de mi misma, sino porque venía con más de 60 kilos de equipaje colgando de cada una de mis extremidades. Pisaba super fuerte.

Mi primera experiencia romana tiene que ver con un individuo al cual llamaré Chepén. La muchacha que pesaba bastante más de 100 kilos (yo) se dirige, arrastrando sus agotados huesos, al último de una fila de decenas de taxis. El individuo en cuestión le dice que se dirija al primer taxi de la fila, un par de cientos de metros más adelante. El primero dice que ya no es su turno y que no la va a llevar. Y el siguiente anuncia que no conoce la dirección, y el siguiente se burla de la muchacha de más de 100 kilos, porque tenía puesta una casaca de invierno y hacía más de 25 °C. Y el siguiente se hace el sordo.

Entonces apareció Chepén, que es un hombrecillo bajito y macizo, con una carretilla para llevar cajas, que incidentalmente estaba en la puerta de la estación. Me ofreció llevarme a mi hotel por 20€. Ahora sé que fue un robo, pero en ese momento, temiendo robos más serios que involucrarían mis más de 100 kilos y/o mi integridad física, acepté.

Chepén cargó mis maletas a la carretilla y caminamos a mi hotel que quedaba suficientemente cerca de la estación como para hacerlo de a dos y con carretilla, pero no como para que yo intente sola. En el camino yo iba pensando en las posibilidades que incluían que, en cualquier esquina podría aparecer la banda de Chepén y llevarse mis cosas, y otras alegres fantasías. Felizmente llegamos, pagué y recibí, adicional por mi compra, un par de besos, uno en cada cachete. Mi primer par de besos romanos, de parte de Chepén, que me dijo que me iba a ir muy bien.

Luego de esto, alea iacta est. Debí haberme dado cuenta.

Primeras sugerencias, entonces:

- No pretender nada de los taxistas, ni siquiera que hagan lo que se supone que deben hacer: llevar gente de un lugar a otro.
- Confiar en la suerte y en la bondad de los desconocidos, pero sólo como última opción.
- Aprender que los romanos dan dos besos y se empieza por el lado derecho (en Lima, no sé si se han fijado, solemos darlo por el lado izquierdo)

Nunca he vuelto a ver a Chepén en mis idas a Termini. No me decido si fue un producto de mi imaginación o un Apu protector que me traje del Perú.

Donde se relata una experiencia que nada tiene que ver con la arquitectura, desde un punto de vista sumamente personal y arbitrario

Puedo decir con toda franqueza, y mi hermano Arturo me puede respaldar, que un porcentaje importante de las sobremesas de mi vida familiar ha tratado sobre temas psi. Mi papá y mi mamá son psicólogos clínicos, psicoterapeutas y otras psi-cosas, entonces, un poco por osmosis, otro poco por curiosidad, hemos crecido sabiendo la diferencia entre transferencia y contratransferencia, pidiendo de vez en cuando holdings, haciendo insights y luchando contra el narcisismo (en mi caso, esa lucha suele terminar en fracaso).

Resulta que un grupo de colegas psi de Lima ha venido a ésta, la capital del caos, a un congrso sobre Bion (de quien no voy a decir nada). Valeria, la cabecilla del grupo, trajo además un paquetito de casa, que, por miles de razones siempre se recibe con emoción y alegría. Hoy, las tres "chicas" presentaban en el congreso el trabajo que las trajo hasta acá y yo fui a hacerles barra y, eventualmente, a ayudar un poco con el italiano.

No fue necesaria mi ayuda, las tres se defendieron muy bien y el trabajo fue muy interesante y bonito, sin esa frialdad con la que se presentan muchos de estos temas.

Pero personalmente lo gracioso comenzó después, cuando los pocos italianos del grupo iniciaron sus intervenciones. Hay que decir que 80% de la gente hablaba español y el resto, italiano. Pero entre ambos contingentes parecía no haber mucha comprensión, así es que empecé, "sin querer queriendo", a ayudarlos con algunas palabras que yo traducía en voz alta.

El último trabajo de la mesa era el único en italiano y relataba un par de viñetas en una terapia de grupo. Y he aquí que, a insistencia de una argentina con exceso de peróxido, que se quejaba de no entender nada, terminé haciendo traducción simultánea de un texto bioniano sobre terapia de grupo, y luego, enfrentandome con ideas mesiánicas, choques de carro y mucho accidentalismo. Y si nadie entiende esto, es normal, yo tampoco lo entendí.

No estoy segura de haber hecho un buen papel en esta, mi primera experiencia "formal" de traducción simultánea, pero al menos fue divertido. Y comprobé, de paso, la similitud entre argentinos e italianos, simulitud que empieza en los apellidos, pasa por el futbol y termina en una discusión "mesiánica".

Mis felicitaciones a nuestra delegación peruana que fue, de lejos, la mejor de la mesa. ¡¡Estuvo excelente, chicas!!
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