jueves, 28 de noviembre de 2019

Postmoderno - Editorial Limaq 5

“El conocimiento, entonces, es una cuestión de competencia que va más allá de la simple determinación y aplicación del criterio de la verdad, y se extiende a la determinación y aplicación de criterios de eficiencia (calificación técnica), de justicia y/o de felicidad (sabiduría ética), de la belleza de un sonido o color (sensibilidad auditiva o visual), etc.” (Lyotard, 1979, pág. 18)
“Bueno... que es como un escenario, ¿sabes? Puedes imaginarlo todo. Los romanos ('em Romans), entrando con sus caballos, sacando sus espadas y teniendo esas peleas. Sucedió en un sitio como este, ¿sabes? Y aquí me lo puedo imaginar muy bien. Es la atmósfera de esos lugares viejos, con historia. Me gusta.” (Vecina del Warehouse District en New Orleans, sobre la Piazza d’Italia de C. Moore).

La condición postmoderna, que se presenta a sí misma como respuesta necesaria a las soluciones insuficientes de las premisas de la modernidad, nos ofrece nuevos retos y claves de lectura de un modo poco articulado. Al alejarse de la dualidad, del gran discurso y de la figura heroica, el mundo desde una lectura posmoderna es plural. Se trata de un espacio de diálogo y encuentro, pero también, de incertidumbre y relatividad.

En la arquitectura, desde la segunda mitad de los años 60s, Robert Venturi y Aldo Rossi propondrían dos posturas teóricas que enfrentaban directamente a muchos de los entonces considerados paradigmas de la arquitectura moderna. Ambos, insatisfechos con los diseños genéricos planteados por el International Style, proponen perspectivas muy distintas para rescatar la historia, el símbolo y, finalmente, la identidad, dentro de la disciplina. 

Los resultados de estas premisas desarrollados durante los siguientes 30 años fueron bastante dispares y, en la actualidad, son motivo de interés casi burlón. Construcciones como la Piazza d’Italia en New Orleans (Charles Moore, 1978), la Biblioteca Harold Washington en Chicago (Hammond, Beeby y Babka, 1991), la Biblioteca Pública de Denver (Michael Graves, 1995) o el Quartier Schützenstrasse en Berlin (Aldo Rossi, 1994-97) entre muchas, muchas otros, cuestionan premisas ampliamente asumidas y heredadas de la modernidad, con propuestas coloridas, irreverentes y ambiguas, pero que consiguen el guiño cómplice con el usuario cotidiano que tanta falta hizo durante la primera mitad del siglo XX.

A la gente le gusta los colores, la familiaridad, lo uno y lo otro, las narrativas y los clichés. “[…] es, posiblemente, del paisaje cotidiano, vulgar y desdeñado, de donde podemos extraer el orden complejo y contradictorio que es válido y vital para nuestra arquitectura como un todo urbano.” (Venturi, 1977 [1966], pág. 104).  Es quizás por esto, que la clave de lectura posmoderna es una alternativa válida para entender la complejidad de nuestros entornos urbanos contemporáneos.

Lejos del simbolismo de los primeros años, en la actualidad el hablar de posmodernidad o, incluso, el cuestionar la pertinencia de hacerlo, nos da herramientas provocativas de lectura y análisis. En 1971, Denise Scott-Brown señalaba que “la urgencia de la situación social, la crítica social a las renovaciones urbanas y al arquitecto como el sirviente de un fragmento limitado y rico de la población […] ha sido tan importante como los artistas Pop en conducirnos hacia la ciudad Americana y sus constructores. ¿Si los arquitectos de estilo renombrado no están produciendo lo que la gente quiere o necesita, quiénes lo están haciendo y qué podemos aprender de ellos?” (Scott-Brown, 1971).

Esta llamada de atención, dejada de lado durante el boom de proyectos de archistars en los años 90 y la primera década de este siglo, cobra nuevamente vigencia en la actualidad. A pesar de la insistencia con la que las premisas de la modernidad siguen repitiéndose en las aulas y en la práctica, la realidad nos confirma lo inadecuadas que son para enfrentar los problemas arquitectónicos y urbanos que nos rodean.

El pensamiento plural, a pesar de un ambigüedad y falta de premisas sobre lo que es correcto y lo que no, nos permite una clave de lectura para entender nuestros entornos. Frente al discurso permisivo y, aparentemente, superficial de muchas perspectivas posmodernas, proponemos aquí una lectura rigurosa, comprometida, con múltiples enfoques, que entienda el hecho arquitectónico y urbano desde la complejidad y la contradicción, y desde su relación subjetiva y afectiva con individuos y grupos.

Este quinto número de la revista Limaq propone una clave de lectura, teórica y práctica, alejada del gran discurso y de la verdad absoluta, con el objetivo de echar luces sobre nuestro quehacer profesional y sobre las situaciones arquitectónicas y urbanas en las que nos encontramos inmersos.

Desde enfoques que toman como base la teoría, Maria Elia Gutiérrez Mozo nos ofrece una revisión de las condiciones del habitar contemporáneas, en las que el usuario se aleja de la realidad y de las circunstancias que lo rodean. El arquitecto tiene la tarea de promover encuentros reales entre personas y arquitectura, que le hagan frente a la difícil ubicuidad de los medios. Mariana Pittaluga se acerca a la práctica del diseño desde la perspectiva de los discursos postmodernos. Considerando al diseño como un producto de la modernidad, su texto centra la transición de la disciplina desde sus orígenes a la actualidad, a través de los ojos de los teóricos.

Reflexionando sobre la ciudad, Marissa Consiglieri argumenta que el enfoque postmoderno es una necesidad, más que una elección teórica, de cara a los problemas contemporáneos de nuestra arquitectura y nuestras ciudades. Paola Bonavitta reflexiona sobre la presencia humana en las ciudades y su participación o falta de la misma, en una condición efímera y regida por las normas de consumo. Sus cuestionamientos abordan la idea de pertenencia y de apropiación a través de lo imaginario.

Jorge Balerdi une la teoría y la práctica en su reflexión sobre la arquitectura de espacios dedicados a la gastronomía y el potencial de ésta para comunicarse con los consumidores y ser acompañante de los productos ofrecidos. Los locales referidos se vuelven así un vehículo de identidad urbano local. Ferrán Grau y Nuria Casais unen reflexiones teóricas de las principales voces de la postmodernidad para decodificar los aspectos simbólicos de elementos arquitectónicos genéricos, con el fin de cuestionar la vigencia del término en la actualidad.

Con énfasis en casos de estudio, Gonzalo Ríos realiza una lectura de la arquitectura popular contemporánea en el Perú, con una perspectiva lingüística que busca entender la producción constructiva desde la estética; lo construido puede interpretarse así como un medio de comunicación. Israel Romero Álamo analiza la arquitectura reciente en la costa norte del Perú, y concluye que se trata de una combinación de criterios formalistas postmodernos, con lógicas económicas y sociales modernas. Con la obra de Juvenal Baracco como protagonista, Octavio Montestruque evalúa las teorías postmodernas difundidas en el Perú con los resultados reales en un proyecto emblemático.

Los trabajos de estudiantes incluidos en el dossier corresponden al área de Historia y Teoría de la Arquitectura. La investigación realizada por Nova Vera y Claudia Zapata es un análisis comparativo del rol de los niños en procesos participativos, para el análisis, el diseño y la evaluación de proyectos urbanos a diferentes escalas. Amanda Mejía y Geraldine Ortega buscan entender el grafitti desde una postura crítica, como gesto de apropiación pero también de propaganda y gentrificación, a partir del caso del Centro Histórico del Callao. Finalmente, Ariana Langschwager realiza un ensayo sobre la multiculturalidad en la arquitectura limeña y la necesidad de aceptación y tolerancia.

Los temas presentados son variados, como lo son los enfoques y los autores a cuyas teorías se recurre. Lejos de dar respuestas o de señalar caminos correctos, se nos ofrece diversidad y caos aparente. Esta, posiblemente, es la característica más compleja de la postmodernidad: enfrentarnos a una pluralidad de ideas cambiantes y forzar en nosotros la responsabilidad de investigar, de discernir y de tomar partido. El dogma puede ser cómodo, pero la duda es vital.


Referencias

Bauman, Z. (2017 [2009]). La posmodernidad y sus descontentos. Madrid: Akal.
Foster, H., Habermas, J., Frampton, K., Krauss, R., Crimp, D., Owens, C., y otros. (2008 [1985]). La Posmodernidad. Barcelona: Editorial Kairós.
Jencks, C. (1991 [1977]). Language of Postmodern Architecture. London: Rizzoli.
Lyotard, J.-F. (1984 [1979]). The Postmodern Condition: A Report on Knowledge. Minneapolis: University of Minnesota Press.
Rossi, A. (2015 [1966]). La arquitectura de la ciudad. Barcelona : Gustavo Gili.
Scott-Brown, D. (1971). Il "pop" insegna. Casabella, 359-360, 14-23.
Venturi, R. (1977 [1966]). Complexity and Contradiction in Architecture. New York: Museum of Modern Art.

martes, 15 de octubre de 2019

Charles Jencks (1939-2019)

"La única cosa relevante de los objetos y las personas hermosas es que son experimentados no como partes, o proporciones entre pómulos y barbilla, sino como un todo. La experiencia de la belleza es una percepción, pero una que mezcla varias otras sensaciones y las hace converger en un modo particular."

The singular point of beautiful objects, and people, is that they are experienced not as parts, or ratios between cheekbones and chin, but as wholes. The experience of beauty is a perception, but it is one that mixes up various other sensations and makes them converge in a particular way.


"La arquitectura de Mies van der Rohe y la arquitectura moderna en general sufrieron no sólo de ser repetitivas, sino de no explicar al pueblo para qué eran las diferentes habitaciones."

Mies van der Rohe's architecture and modern architecture in general suffered from not only being repetitive, but not explaining to the populous what the different rooms were for.


"Creo que la arquitectura, y todo arte, debe tener contenido. Debe tener algo que decir, más allá de lo sensacional."

I do believe architecture, and all art, should be content-driven. It should have something to say beyond the sensational.


"La arquitectura moderna murió en St. Louis, Missouri, el 15 de julio de 1972, a las 3.32 pm (aproximadamente), cuando el infame complejo Pruitt Igoe, o más precisamente, muchos de sus volúmenes, recibieron el golpe de gracia por dinamita."

Modern Architecture died in St. Louis, Missouri, on July 15, 1972, at 3.32 p.m. (or thereabouts), when the infamous Pruitt Igoe scheme, or rather several of its slab blocks, were given the final coup de grace by dynamite.


"En 1979, la postmodernidad perdió su comprensión del significado del ornamento. Degeneró en aplicaciones kitsch."

In 1979, postmodernism lost its understanding of the meaning of ornament. It degenerated into kitsch applique.


"¿Qué es un jardín sino una miniaturización y una celebración del lugar en el que estamos, el universo?"

What is a garden if not a miniaturization and celebration, of the place we are in, the universe?


"Sabes, Darwin dijo que, a través de la selección natural, las cosas se van, gradualmente, y él hablaba con respecto a la evolución de las palomas o de caballos evolucionando, haciéndose más rápidos. Pero en realidad, si ves a la evolución en una escala mayor, la evolución cósmica, y ves a la cultura evolucionar, ves que esta salta, va a través de cambios de fases, y eso es muy emocionante."

You know, Darwin said through natural selection things go gradually, and he was talking about pigeon's evolution or horses evolving, getting faster, But in fact if you look at evolution on a bigger scale, cosmic evolution, and you look at culture evolution you see it jumps, it goes through phase changes, and that's very exciting.



Fuentes: 

domingo, 22 de septiembre de 2019

Lo que le juega en contra a la crítica

Independientemente de los arquitectos amodorrados a quienes le incomoda la crítica, y de los que sienten que ésta no vale la pena, hay  factores externos, fuera del crítico y del proyectista, que dificultan mucho el recorrido de la crítica arquitectónica:

1. Los premios 

Una vez, hace algún tiempo, se me ocurrió criticar la forma del edificio de la UTEC en una foto del acantilado que alguien había colgado en Instagram. Segundos después saltó alguien a llamarme ignorante. El edificio en cuestión ha ganado premios, ¿es que acaso no lo sé? Por lo tanto, debe ser bueno y no yo debo criticarlo.

Ajá.

Los premios son políticos. Suelen tener motivos, a veces explícitos, a veces escondidos. Hay una agenda detrás del nacimiento de un premio, y otras agendas detrás del otorgarlo. Algunos premios son más transparentes que otros, tienen un jurado más plural, o se ganan por puntajes fríos y objetivos. Muchos otros son producto de cafés a media tarde, tragos a media noche, complicidades y objetivos alternativos.

En cualquiera de los casos, incluso cuando el premio es otorgado de modo objetivo y transparente, eso no implica, en ninguna instancia, que el proyecto no pueda ser criticado. ¿Quién soy yo frente a un jurado RIBA? Otra voz. Otro punto de vista. No mejor, pero sí válido.

Si lo que está impidiendo la crítica es que un edificio ha sido premiado, o reconocido por Fulano de Tal, Gran Arquitecto, entonces vale la pena cuestionar la importancia que nosotros damos a las opiniones de los demás. La crítica es, después de todo, un ejercicio de libertad.


2. Los starchitects

Arquitectos estrella, arquitectos mediáticos, grandes conferencistas, leyendas, figuretis. Independientemente de su talento (o falta de, a veces), el arquitecto que alcanza cierta notoriedad parece ser intocable. 

Por una lado, se trata de una persona que suele tener bastante carisma, da charlas motivadoras, convence, es persuasivo. Por lo tanto, logra vendernos su idea, sus proyectos, su aparente calidad, nos convence de una ilusión de empoderamiento. Y se salva de que lo critiquemos porque nos cae bien. 

De eso nos nace una cierta indulgencia. Nos enamoramos del personaje y nos olvidamos que es la obra lo que tenemos que mirar.

Con los starchitects también pasa un poco como con los premios. ¿Quién soy yo para criticar la obra de Mengano, que ha construido tanto, que es tan reconocido, que sale tanto en las revistas? 

Otra vez nos estamos privando de la posibilidad de ejercer nuestra libertad. Criticamos a la obra, no al arquitecto. Esto no implica que éste tenga menos carisma, que sus frases motivadoras dejen de serlo, o que todo lo que haga a continuación vaya a estar mal. Si en verdad es tan simpático como parece, que encaje también la crítica y siga siéndolo.


3. Los medios de comunicación

Las redes sociales y plataformas como ArchDaily nos venden la idea de empoderamiento. Nuestros likes pueden ayudar a decidir la obra del año. Nuestros comentarios pueden ser publicados en esa página. Podemos hacer ver a los demás las obras que nos han parecido buenas. 

Sin embargo esta es una ilusión. A más oportunidades de participar, más parece que caemos en la modorra. 

Son tantas la plataformas, tantas las posibilidades, que día a día estamos siendo bombardeados de imágenes de proyectos, cuidadosamente estudiadas, todas muy parecidas, que nos sobresaturan los sentidos al punto de anestesiarnos. A fuerza de estar expuestos una y otra vez al mismo ángulo del muro blanco, a la misma piscina turquesa, a la misma casita de madera oscura con techito a dos aguas, al mismo volado, ya no vemos. Ya no sentimos. Ya no criticamos.

Esta avalancha de imágenes nos apabulla de un modo tan sutil, que ni siquiera somos conscientes de estar apabullados. Repartimos likes con la soltura de quien respira. Miramos fotos sin realmente verlas. Como consecuencia, le damos a todo una tácita aprobación. Nada nos mueve, nada nos conmueve, no indagamos y, por ende, no criticamos.


4. La academia

Pocos son los ambientes académicos en donde realmente se busca cultivar el espíritu crítico de los alumnos. A pesar de ser un objetivo escrito en los planes de estudio, lo cierto es que tener alumnos críticos es sumamente incómodo para el ejercicio de la docencia.

El alumno que contesta, que no está de acuerdo, que alega, es un alumno conflictivo. Su crítica demora más de lo necesario, distrae la atención del resto, a veces nos parece majadero. En lugar de promover un diálogo, la crítica se vuelve un rebote de argumentos, dichos no con la intención de construir algo a través del diálogo, sino como defensas a un ataque percibido por ambas partes. Los participantes rara vez se están escuchando.

Es curioso porque, en arquitectura, la crítica es uno de los principales recursos pedagógicos. Los alumnos llegan con una propuesta, los profesores opinan sobre ella. Esta dinámica, que podría ser una oportunidad para el diálogo, termina siendo unidireccional. El profesor critica, el alumno asume, cabizbajo. No hay diálogo, no hay respuesta, no hay trabajo conjunto. 

Luego el alumno se aleja, a explicarse a sí mismo o al amigo de al lado las cosas que no pudo decir durante la crítica. Y finalmente este alumno se convierte en egresado, y jura para sí mismo que nunca más tendrá que pasar por esa humillación. Se vuelve poco resistente. Picón. Criticón entre dientes.


Estos cuatro factores seguirán estando ahí, acaso cada vez con más fuerza. Luchar contra ellos, en algunos casos, parece herejía. Sin embargo, parafraseando a Luigi Ciotti, en la herejía está el coraje, la responsabilidad y la coherencia.

martes, 30 de julio de 2019

Adaptaciones informales y nociones de lo público frente a la densificación urbana

El estudio tras este artículo se centra en el impacto del crecimiento inmobiliario reciente en Lima, en el uso que se le da al espacio urbano, y cómo éste afecta las dinámicas sociales, la cohesión de vecindarios y la identidad de las personas en relación a su lugar de residencia. 

Barrios enteros en la ciudad consolidada se han densificado en los últimos años, con una mayor cantidad de usuarios en vivienda más pequeñas. Esto trae como consecuencia cambios en el uso del espacio público. Mientras que algunos de ellos se ven reflejados en el diseño de espacios públicos, la mayor parte de estos usos suceden en el espacio ya existente, de una manera informal o no planificada.

A partir del estudio del desarrollo de un barrio en proceso de densificación inmobiliaria se identifican patrones de uso del espacio urbano y su evolución con los cambios del vecindario, así como la llegada de una nueva población, más numerosa. 

Muchas de las premisas con las que se partió, sobre el déficit de espacio público y a los cambios de uso de la zona, son evidentes desde un punto de vista cuantitativo; sin embargo, las encuestas demuestran que la percepción de la población local no siempre coincide con esto. 

Es así que planteamos un diálogo entre realidad y percepción, el cual permite delinear cuáles eventos urbanos permanecen y cuáles están siendo reemplazados. 


El artículo completo se encuentra en este enlace.

Dreifuss-Serrano, C., Maqueira Yamasaki, A. (2019)  Adaptaciones informales y nociones de lo público frente a la densificación urbana. Cuadernos de Vivienda y Urbanismo, 12(24). https://doi.org/10.11144/Javeriana.cvu12-24.ainp

domingo, 28 de abril de 2019

Crítica a la Villa Panamericana de Lima (José Cepero)

Estamos a escasos meses de que la inauguración de uno de los eventos más importantes que se ha llevado a cabo en la ciudad de Lima. Los juegos panamericanos son “el evento multideportivo más importante del continente y el tercer más importante del mundo, solo superado por los Juegos Olímpicos y el Mundial de la FIFA” (Semino Voysest, 2019). Lima tendrá el honor y el deber de poner en alto su prestigio frente a la mirada de millones de espectadores que seguirán este evento.

Muchos han sido los comentarios sobre la pertinencia de su realización considerando la coyuntura de los últimos años. Aún así, el compromiso se adquirió cuatro años atrás cuando el, en ese entonces, alcalde Castañeda flameó la bandera olímpica en la ceremonia de clausura de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015. Debimos saber que, desde momento, algo no andaba bien.

Villa Panamericana (Publimetro)

Vuelvo al 2019 y entre las noticias de estos días encuentro una galería de fotos de la nuevísima Villa Panamericana de Lima. Al terminar de leer la noticia y ver la galería de fotos solo pienso en una cosa. ¡QUÉ MIERDA!, perdimos LA oportunidad del Siglo como ciudad. Pobre de los que vayan a comprar esos departamentos. Un buen amigo (que no es arquitecto) me preguntó por qué considero que este conjunto es tan malo y quise responderle de la manera más clara. De nada servirá la lección si quienes no son arquitectos, pero sí ciudadanos de esta parte del Perú, no son conscientes de la desgracia que se ha construido. Vamos por puntos. 

1. Hubo una gran discusión sobre dónde construir la Villa Panamericana desde que se recibió el encargo. La decisión final (motivada por la premura del tiempo) fue utilizar parte del terreno del parque biotecnológico de Villa el Salvador. Este era un terreno destinado a un parque zonal con mucha área y volumen verde acompañado de una planta de tratamiento de aguas. En una ciudad que carece de verde a niveles trágicos, cambiarle la zonificación a un terreno de este tipo para construir vivienda es un despropósito enorme. Existen otros terrenos donde pudo haberse construido. Por ejemplo, un sector de la base Las Palmas, teniendo en consideración que el ejercito peruano ha estado directamente involucrado en la ejecución de obras para los juegos (Andina, 2018).

2. La orientación de los edificios. En arquitectura siempre se trata de disponer los edificios de un conjunto de viviendas de tal manera que se aprovechen al máximo las condiciones climáticas y así asegurar iluminación y ventilación natural. 

“El conocimiento del movimiento solar es importante para poder realizar de forma adecuado (sic) el inicio del proceso de diseño en la arquitectura, con la elección de orientaciones, debido a que es el sol el que va a influir notablemente para las condiciones ambientales interiores de la edificación” (Gomez, 2017)
En un vistazo rápido de la orientación uno se da cuenta que, al amanecer, las zonas de los edificios más cercanas al oeste no recibirán nada o casi nada del sol de mañana. En los meses de invierno esos departamentos serán más oscuros que el alma de varios políticos peruanos. Seamos claros, luego de los juegos habrá limeños que vivirán en esos departamentos. Lo mínimo que merecen es despertarse con un ambiente bien iluminado.

3. Sobre la ventilación. En los meses de verano al ocultarse el sol, los edificios cuyas caras den hacia el sur recibirán directamente el sol de atardecer. La sensación dentro de estos ambientes será poco agradable, por no decir un pequeño infierno. Según lo que se puede ver por el tratamiento de las fachadas es difícil suponer que hay posibilidades de que el viento tenga un “hueco” (vano para los arquitectos) por donde entrar y otro por donde salir. Eso, en arquitectura, se llama ventilación cruzada. Asegura que los ambientes no se vuelvan espacios en los cuales el viento no circule. Se trata siempre de que el aire caliente acumulado salga de los espacios.

4. Sobre los interiores. Creo que lo más trágico de esta noticia (ver galería de fotos) es la segunda imagen donde se ve el interior de uno de los dormitorios. Esa forma alargada del espacio es la peor que se puede utilizar para un dormitorio cómodo. Por querer asegurar espacio para dos camas se han pegado a una pared y se ha dejado un pasillo al lado. Un caso extremo es la mesa de noche puesta a los pues de la segunda cama porque no alcanzó espacio para ponerla al lado de la cama como es lógico. Claro, si fuera así no se permitiría el paso al fondo del cuarto. Por otro lado, la ventana de ese “dormitorio” está a cuando menos 2 metros de la segunda cama. La luz natural no ingresará lo suficiente a ese espacio para que el pobre deportista se despierte y pueda llegar a tiempo a su prueba. La imagen se ve iluminada porque claramente se ven prendidas las luces artificiales. Imagínense el gasto energético de tener que encender la luz eléctrica durante el día porque la luz del día no entra lo suficiente. Todo esto por el mal diseño de la arquitectura.

Tema aparte son las cabeceras metálicas de esas camas que nos hacen recordar a la cama de la abuela (la verdad la de mi abuela era hermosa comparada con estas). Ni hablar del enchufe que se ve a la mitad de la cama. El pobre deportista que duerma en ese lugar no podrá dejar su |celular cargando en la mesa de noche, a menos que tenga un cable de dos metros, claro. Y si lo deja en la cama probablemente este aparezca luego en el piso. En resumidas cuentas, varias celdas de cárceles alrededor del mundo son más dignas que este dormitorio.

5. Sobre los pasillos. Se han construido pasillos extremadamente largos. De nuevo falta iluminación natural, tan importante para la vida humana. Estos serán oscuros durante el día a menos que se enciendan las luces. Es decir, gasto innecesario de energía eléctrica por, reitero, mal diseño arquitectónico.

6. Sobre los espacios públicos alrededor de los edificios. 1.       Se sabe que cuando los vientos pasan por calles con edificios altos aumentan su velocidad y eso agudiza la sensación de frío. Se aplica casi de manera perfecta el principio de Bernoulli que sostiene que un fluido aumenta su velocidad cuando el canal por el que se traslada reduce su sección. “Si varias torres están cerca las unas de las otras, se crea un efecto conocido como “canalización”, una aceleración del viento creada cuando el aire tiene que pasar por un espacio estrecho” (Parkinson, 2015)


Durante los meses de invierno esos túneles de viento que se han formado entre los edificios por su cercanía harán que sea bastante incómodo estar en esos jardines o posibles juegos para niños. Espacios que deberían estar diseñados para promover al aire libre de los futuros propietarios se ven afectados por malas decisiones en la etapa de diseño.

7. Sobre la estética de la Villa. Una comunidad sin identidad está destinada al fracaso. Usemos de ejemplo la Residencial San Felipe. Este conjunto tiene una identidad muy fuerte, quién podría negarlo. En gran parte, se lo debe al diseño y distribución de sus edificios, departamentos y espacios públicos. A pesar de ser edificios que se repiten, no se puede decir que son genéricos como en este caso. Por el contrario, en la Villa Panamericana, el diseño pobre de las fachadas con varios muros sin ventanas (ciegos para los arquitectos), patrones repetidos hasta el hartazgo, techitos (aleros) sobre las ventanas que no parecen tener ningún sentido más que la decoración solo hace referencia a cualquier condominio genérico de cualquier inmobiliaria del mercado. Se entienden las lógicas del negocio inmobiliario, pero, por la importancia de una Villa Panamericana, ¿no había que hacer un esfuerzo mayor por tener un proyecto emblemático de vivienda promovida por el estado? Sin comentarios con respecto a esas formas que intentan crear un “mural” que identifique a la villa.

Estoy seguro que los puntos considerados en este artículo son solo algunos temas críticos del diseño pobrísimo de este conjunto. Seamos honestos, cualquier alumno medianamente talentoso de alguna facultad de arquitectura peruana podría proponer un proyecto con muchas más virtudes que este.

Que no se diga que quienes hacemos crítica de arquitectura lo hacemos por joder sin proponer. Basta con echar un vistazo a la historia de la vivienda colectiva en el Perú para encontrar buenos ejemplos. Matute, Mirones, Torres de Limatambo, Torres de San Borja, Ciudad Satélite de Santa Rosa y siguen firmas. Hasta los años 80’s el Perú era uno de los países con más prestigio en el desarrollo de vivienda. Luego ya sabemos lo que pasó y se dejó de invertir en esto. Ahora es tan solo un facilitador de fondos y políticas públicas.

Finalmente, la Villa Panamericana de Lima representa lo que serán estos Juegos Panamericanos: otra oportunidad perdida. De invertir en puntos de la ciudad que lo necesitan, de usar un evento tan importante como impulso para cambiarle la cara a algunas partes de Lima, de desarrollar infraestructura deportiva en zonas en las cuales se pueda usar post juegos, de reordenar el sistema de transporte para no tener que movilizar a los deportistas en buses privados o en taxis. Así van las cosas.


Para referencias de cómo se puede aprovechar un evento de esta magnitud para cambiar las ciudades ver lo que se hizo en Barcelona para los juegos del 92. Ese fue un punto de quiebre para su desarrollo urbano.


Noticia base para la crítica

Referencias:

Andina. (7 de 04 de 2018). andina.pe. Obtenido de https://andina.pe/agencia/noticia-ministro-defensa-destaca-apoyo-del-ejercito-a-juegos-panamericanos-lima-2019-705788.aspx
Gomez, A. (2017). Repositorio URP. Obtenido de http://repositorio.urp.edu.pe/xmlui/bitstream/handle/urp/1118/Alejandro%20Gomez%20%282017%29%20Sol%20y%20Arqitectura.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Parkinson, J. (14 de 07 de 2015). BBC Mundo. Obtenido de https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/07/150713_rascacielos_base_viento_intenso_wbm
Semino Voysest, B. (1 de 18 de 2019). elperuano.pe. Obtenido de https://elperuano.pe/noticia-en-panamericanos-lima-jugamos-todos-74861.aspx 

viernes, 5 de abril de 2019

¿Participación? (R. Secchi)

"Parecería absolutamente lógico mencionar la participación en el marco de este ensayo, desde el momento en el que se supone como necesario, para la realización de una buena arquitectura, el tener como objetivo, como "sentido", el cumplimento de los derechos humanos. Pero la cuestión no es tan simple. Si para el proyectista la conciencia de deber cumplir tales derechos no constituye ninguna garantía del resultado de la obra, sino sólo la actitud de operar sobre la base, sincera, de ciertas intenciones, el proceso participativo no ofrece garantía alguna sobre la calidad el programa adoptado para la realización de la obra ni para su éxito. En todo caso, la participación propone con fuerza y claridad el tema de la legitimación. ¿Quien legitima, en efecto, una arquitectura? ¿En nombre de qué, más allá de la dimensión normativa y deontológica, se puede afirmar el haber actuado correctamente? (Ver Riboulet)

La cultura de la participación se ha desarrollado en oposición a la abstracción y a los ideologismos de la arquitectura del Movimiento Moderno, notablemente de la arquitectura racionalista de la anteguerra y neoracionalista de la postguerra, fuertemente estandarizada e indiferente a las condiciones operativas contextuales, a las culturas, a las tradiciones, a los paisajes. Se redescubrió, entonces, el valor de la arquitectura, espontánea. La "arquitectura sin arquitectos", es celebrada en un afortunado libro de Rudofsky (1964), y en otro plano las teorías de Habraken y Christopher Alexander (Habraken, 1998) abren el camino a nuevas reflexiones críticas a partir de la elaboración (en el método) y de la estrechez y abstracción (en las prescripciones de la Carta de Atenas). "Arquitectura de la sobrevivencia" (Friedman, 2003) nos interroga sobre la extrema vigencia del tema. Pero la arquitectura espontánea a la que hace referencia Rudofsky es auténticamente espontánea. Tomar como modelo los asentamientos de civilizaciones lejanas a aquellas del actual desarrollo social y económico del mundo capitalista, dominado por la idea del consumo como primer motor de la organización social, puede inducir a reflejar sobre cuánto se ha perdido con el abandono de los antiguos modelos comunitarios y sobre el contraste con la situación actual que ha visto desaparecer la idea de comunidad (...). Los trabajos de Habraken y Alexander tienen el indudable mérito de hacernos reflexionar sobre las relaciones y sobre la complejidad de las relaciones sociales en su relación con los espacios urbanos. Como de hecho lo ha hecho el brillante ensayo de Jacobs (2009) o los estudios de Mumford (2007) que nos han dado aportes preciosos de conocimiento y, sobre todo, ideas para el desarrollo de metodologías de análisis y de proyecto. Sin olvidar las contribuciones de Lynch sobre la percepción de los espacios urbanos por parte de usuarios protagonistas de entrevistas y cuestionarios.

¿Qué cosa es más democrática que la participación? ¿Compartir el proceso proyectual y de toma de decisiones no es, tal vez, la solución para ciudadanos y proyectistas? No es tan fácil. Experiencias contemporáneas con instrumentos informáticos han desplegado muchos experimentos al respecto: desde procesos proyectuales compartidos entre arquitecto y usuario utilizando catálogos, hasta la creación de software para dar forma a la imaginación de la casa (con resultados frecuentemente risibles).

Por otra parte, es justo que cada uno tenga su propia casa tal y como la desea. ¿Pero uno sabe efectivamente imaginarla en términos de espacios arquitectónicos? ¿Cómo expresar deseos y sueños? ¿Cuál podría ser su lenguaje? Se tomarán prestadas imágenes recibidas en la propia experiencia real o virtual. Nos referiremos a lo que propone la inmensa masa de información y de imágenes de la que nuestra sociedad se nutre y se constituye. ¿Se será verdaderamente libre al perseguir los propios deseos, satisfacer las propias necesidades? ¿Auténticas o inducidas? Una verdadera participación podría darse con hombres realmente libres, más que con sujetos que de buena gana o a regañadientes son pensados más como consumidores que como ciudadanos pertenecientes a la sociedad (...).

En todo caso, puede que sea bueno distinguir con claridad entre consultar al usuario para el proyecto y el proyecto mismo. Hay ahí un salto que la participación no puede cubrir. Tiene que ver con competencias, pero no solamente. Tiene que ver con conocimiento, pero no solo eso. Tiene que ver con la sensibilidad que sólo una educación constante puede producir. Responsabilidad no significa solo prudencia y cautela, sino también ejercicio del poder. Responsabilidad y poder no pueden estar desconectados. La participación no puede coincidir con una descarga de las responsabilidades que competen al arquitecto. Éste debe ejercitar todo el poder que le ha sido concedido."

Secchi, Roberto (2018) L'Architettura. Dal principio verità al principio responsabilità. Roma: Officina Edizioni. pp. 86-88.


Referencias: 

Friedman, Yona (2003) L'architettura di sopravvivenza. Una filosofia della povertà. Torino: Bollati Boringhieri.
Habraken, N. John (1998) La Struttura dell'Ordinario. Cambridge: MIT Press.
Jacobs, Jane (2009) Vita e morte delle grandi città. Saggio sulle metropoli. Napoli: Einaudi. 
Mumford, Lewis (2007) La cultura delle città. Napoli: Einaudi.
Riboulet, Pierre (2000) Quelle légitimité pour la forme architecturale?. En: Paquot, T. y Younès, C. Éthique, architecture, urbain. Paris: La Découverte.
Rudofsky, Bernard (1964) Architecture Without Architects: A Short Introduction to Non-pedigreed Architecture. New York: MoMA.

lunes, 1 de abril de 2019

9 cosas que aprendí sobre cómo sobrevivir en academia (M. R. Holman)

"¡Hoy es el 9no aniversario de mi sustentación! Para honrar ese gran día / malísimo documento, aquí presento las 9 cosas que he aprendido sobre cómo sobrevivir en academia desde entonces:

1. Sé caritativo contigo mismo y con los otros.
Se amable contigo mismo. Cree en lo mejor de las personas. Perdona errores, incluyendo los tuyos.

2. ¡Estúdiate! ¡Somos académicos! Tenemos las herramientas para entender el comportamiento de otros, podemos aplicarlas a nuestro propio comportamiento.
Averigua qué te hace trabajar... y qué te desmoraliza.

3. Tenemos opciones respecto a cómo pasamos el tiempo.
Pasa tu tiempo haciendo cosas que no odias. Minimiza el tiempo que pasas haciendo cosas que odias.

4. Un objetivo sin un plan es sólo un cuento de hadas.
¿Quieres presentar un artículo este mes? ¡Averigua CÓMO vas a hacerlo y lleva ese plan a la acción!

5. Las comparaciones son ladronas de la dicha.
No mires a alguien más en academia y pienses: mi trayectoria nunca va a ser eso. ¡No lo será! Porque somos todos únicos, fantásticos académicos que producimos nuestras propias cosas en nuestro propio modo.

6. No puedes devolver los favores que te han hecho, pero puedes retribuirlos.
Trabaja activamente para hacer de la academia eso que tu quieres. Apoya a otros. Recuerda cuando la gente fue gratuitamente generosa o amable y extiende eso a alguien que lo necesite.

7. Sé amable.
Nunca me he arrepentido de haber sido amable con alguien. Definitivamente me he arrepentido de ser antipática. No seas antipático.

8. Llena tu círculo de personas hábiles y capaces (badasses) y luego convierte ese círculo en herradura.
Encuentra a tu gente en academia y luego encuentra a más de esa gente y dales la bienvenida, y haz espacio para más y más hasta que tu gente esté en todos lados.

9. Sé tú. Haz tus propias cosas. Sé tu prioridad.
No te escondas. Haz eso que te hace estar vivo. ¡Y coloca primero a ti mismo, a tu salud, a tu felicidad, a tu magia y a tus proyectos!"

Holman (2019, March 25) "Today is the 9th anniversary of my dissertation defense!" [Twitter thread]. Retrieved from https://twitter.com/prof_mirya/status/1110179135228383232?s=19

miércoles, 27 de marzo de 2019

Villaggio Olimpico (Cafiero, Libera, Luccichenti, Monaco, Moretti) - Parte 3

Ir a Parte 2

“La peculiaridad del proyecto del Villaggio Olimpico es, sin embargo, relativa a su uso particular, es decir, a la necesidad de albergar 84 delegaciones deportivas provenientes de todo el mundo, compuestas de atletas, enviados institucionales y periodistas. Por lo tanto, el diseño de las instalaciones debió traducir este escenario multiforme teniendo en cuenta las prescripciones del Comité Olímpico Internacional. Estas reglamentaban tanto el comportamiento de los deportistas en el villaggio como las modalidades de alojamiento, asignando los departamentos según “grupos de delegaciones étnicamente afines”[1] e , igualmente importante, respetando los equilibrios geopolíticos que existían en esa época entre las naciones participantes.

No menos importantes las exigencias expresas por la comisión política italiana, bien sintetizadas por el entonces Ministro del LLPP Giuseppe Togni, autentico deus ex machina del la operación Villaggio Olimpico: la intervención debería ser una tarjeta de visita creíble de Italia al mundo, que testimonie el bienestar logrado y la modernización conquistada. En definitiva, el Villaggio debería restituir una imago mundi creíble de la época y, al mismo tiempo, aparecer como la demostración tangible de la reciente internacionalidad de Italia, siendo conscientes que, como señalaban las líneas guías sobre la Organización y el Funcionamiento del Villaggio Olimpico, realizadas por CONI, “el éxito más o menos feliz de la empresa habría conllevado el prestigio del País”[2].

Terreno, antes de la intervención

Planimetría de los proyectos

El evento del barrio parece, entonces, partir de condiciones preliminares que, comportan, además, la producción por parte de los proyectistas de una serie de variantes en obra. Todo esto teniendo en cuenta el destino final del uso del Villaggio, es decir, de la función de barrio residencial para empleados. Como se señaló, la realización de la intervención fue confiada al INCIS que, después de los Juegos, asumiría la gestión del complejo, transformándolo en un asentamiento permanente para cerca de 6500 habitantes.” (p. 145)

“La subdivisión del área del proyecto en seis cuadrantes autónomos – teniendo en cuenta el futuro viaducto – hace que las residencias estén compuestas según “unidades de habitación” oportunamente aisladas por trazados varios principales y distintos por tipo, altura, y densidad de habitación. Esto responde a la voluntad de obtener una estructura urbana constituida de núcleos edilicios diferenciados, en grado de garantizar aquella variedad formal y autonomía funcional pedida por las delegaciones participantes. El sistema compositivo a la base de la definición de estas unidades de habitación independientes corresponde al método de Libera de “tramas residenciales espaciales”: construcciones desligadas del diseño de calles, resultado de la acumulación de alojamientos simples, combinados según mallas geométricas, aislados del verde y ligados entre sí a través de recorridos peatonales que no coinciden con la trama edilicia y viaria.

A este elemento formal del Villaggio se combina el carácter radical del verde y su diseño innovador respecto a la disposición de las residencias. En tal propósito es ejemplar la invención, probablemente de Libera, del tipo en línea agregado a cruz. La adopción de este tipo de edificio, fácilmente reconciliable con la lotización preexistente y programáticamente privado de áreas libres, manifiesta la idea de verde de Libera para el Villaggio: un ámbito intermedio entre la escalera de la célula de habitación y el lote, al servicio directo de la residencia, donde dedicarse, al aire libre, al ejercicio físico y al tiempo libre. A esto se añade la adopción, para toda la arquitectura del Villaggio, de un nivel de pilotis que eleva la cota residencial 3.30 m e que, en efecto, establece la continuidad y, por lo tanto, la extensión del uso de estos espacios para todos los residentes del barrio. El añadido particular en cruz garantiza, de todos modos, un diseño y una medida al verde, gracias a la alternación modulada de espacios aporticados y abiertos.” (p. 146)

Sala de descanso para los atletas, hoy un supermercado

Estado actual

Vistas de las propuestas arquitectónicas y paisajísticas

 “La historia del barrio olímpico en el decenio sucesivo a la construcción se caracteriza sobre todo por la lenta aparición de los problemas que aun hoy influencias negativamente la vida de los residentes. El Villaggio, ocupado por los primeros asignatarios en el otoño de 1960, presentaba como el elemento más criticado la no resuelta cuestión de la responsabilidad del mantenimiento de los jardines, originalmente disputada entre el Comune y el INCIS. El resultado de esto, más allá de la lenta e inexorable degradación de las áreas destinadas como prados, fue el crecimiento descontrolado de la vegetación (…).

Hipótesis relativas a un uso alternativo de las áreas verdes, con un mayor carácter público, se llevaron a cabo a través de intervenciones promovidas por el Ufficio giardini del Comune di Roma, culminadas en 1967 con la instalación de una serie de equipamientos para el juego y el tiempo libre, sobre un proyecto de Maria Vittoria Calzolari. Estas instalaciones, localizadas principalmente bajo y a los lados del viaducto, tuvieron una vida breve y hoy han desaparecido casi completamente (…). No exento de crítica ha estado el uso de los departamentos por parte de los residentes. La elección de dar a los edificios amplias superficies vidriadas – lógicamente ligada a la considerable relación entre el número de camas y superficies totales de los alojamientos, sino que además por la necesidad de permitir una ventilación ideal en la residencias durante las semanas de verano de los Juegos – ha provocado con los años intervenciones espontaneas de cerramientos, especialmente en las líneas de los lotes 2, 4 y en las cruces.  Al mismo tiempo, una buena parte de las galerías de las líneas han sido cerradas con muros, para ganar una mayor superficie interna, con el fin de realizar reposteros o aperturas técnicas para calefacciones o aires acondicionados.

Niños jugando en el parque construido
bajo el viaducto de Corso Francia (1967),
hoy desaparecido.

Viaducto de Corso Francia, hoy.

(…) El paso en 1973 de la gestione INCIS a IACP ha hecho extrema la problemática suscitada, generando como respuesta en los residentes un proceso de renuncia a los alojamientos y el nacimiento de condominios que termina en una gestión autónoma de los espacios comunes. A partir de los años 90, la construcción primero del Auditorium y luego del MAXXI ha consolidado el área flaminia como punto de referencia para el tiempo libre, la música y el arte contemporánea en Roma. Esto ha contribuido a los procesos, aun en curso, de valorización inmobiliaria y de mutación del uso residencial, caracterizado ya no solo por los herederos de los primeros receptores INCIS, sino también de núcleos familiares mínimos compuestos de profesionales independientes, jóvenes parejas y estudiantes.” (pp. 149-150)


Fuente:

Cianfarani, Francesco (2017) L’architettura del Villaggio Olimpico tra forma della casa e forma dell’evento.  En: De Matteis, Federico; Reale, Luca. Quattro quartieri. Spazio urbano e spazio umano  nella trasformazione dell’abitare pubblico a Roma. Roma: Quodlibet. Diap Print.

Todas las imágenes históricas son de la misma fuente.



[1] Comitato otganizzatore della XVII Olimpiade di Roma, Giocchi della XVII Olimpiade: Roma 1960. Rapporto Ufficiale del Comitato Organizzatore, Comitato Organizzatore dei Giochi, Roma 1962, vol. 1, p. 237.
[2] “… la riuscita più o meno felice dell’impresa avrebbe impegnato il prestigio del Paese”. S. Ascenzi, G. Fabre (a cura di), Organizzazione e funzionamento del Villaggio Olimpico. Relazione Finale, Roma 1961, p. 1.

jueves, 21 de marzo de 2019

Villaggio Olimpico (Cafiero, Libera, Luccichenti, Monaco, Moretti) - Parte 2

Ir a la Parte 1

“El área comprendida entre las pendientes de villa Glori, la via Flaminia y la actual via Pilsudski ha estado tradicionalmente ocupada por equipamiento deportivo. En los primeros años del siglo XX se construyó, sobre la Piazza d’Armi, el Campo Parioli para las carreras de caballos, en 1911 se inauguró el Stadio Nazionale, en 1925 el hipódromo de villa Glori. Sucesivamente se realizaron los campos de Teni Parioli y el canódromo della Rondinella. Antes incluso se encontraban el campo de futbol de la Romulea y las instalaciones de la Società podistica Lazio. 

Barracas pre-existentes

El Plan regulador de 1931 destinaba la zona a ser un parque público, pero con el Plan detallado n. 119, esta destinación fue cambiada. En toda el área se previó la construcción de un barrio de edificios. Para la sistematización planovolumétrica definitiva y para el diseño de un nuevo eje de recorrido veliz que uniese, a través del inutilizado puente Flaminio, la Cassia y la Flaminia con viale Tiziano y viale Parioli, se publicó un concurso del que resultó vencedor el proyecto de Claudio Longo. En los mismo años, sin embargo, el área del Campo Parioli, caída en desuso des hacía buen tiempo, había sido ocupada por un conglomerado de barracas que se fue extendiendo progresivamente hasta ocupar, hacia el fin de los años cincuenta, incluso el hipódromo de villa Glori cuando este fuera desmantelado para la construcción de las nuevas instalaciones de Tor di Valle.

En ocasión de las Olimpiadas, la zona fue escogida para construir en ella una serie importante de instalaciones deportivas y de servicio: el Villaggio Olimpico, el edificio de las federaciones deportivas, el estadio Flaminio, el Palazzetto dello Sport. Con este objetivo, en 1959, fue aprobado un nuevo Plan detallado con las nuevas previsiones. La realización del Villaggio Olimpico se encargó al INCIS, el Istituto per le Case degli Impiegati dello Stato, que, después de los Juegos, habría previsto transformarlo en un barrio residencial para 6500 habitantes. Del proyecto se encargaron Cafiero, Libera, Moretti, Monaco y Luccichenti.

A la base del equipamiento del barrio está la voluntad de respetar al máximo el ambiente natural, incluso de transformar el verde en el elemento más importante del proyecto urbanístico. No solo los edificios (que no superan los 5 pisos de altura) están dispuestos en manera tal de dejar libre la visual tanto hacia la colina de villa Glori como hacia las costas del Tevere, sino que los prados, los árboles, los arbustos son el verdadero tejido conector entre las casas. De las 35 hectáreas de superficie total, en efecto, 16 están dedicadas el verde, 12 destinadas a calles y servicios, y solo 7 están ocupadas por los edificios. La densidad supera por poco los 150 habitantes por hectárea. Esta decisión subrayada del hecho que todos los edificios están elevados sobre pilotis de modo que ofrecen una continuidad visual al nivel del terreno. En este sentido también se entiende la elevación del trazado de corso Francia, que originalmente se proyectó elevado y, por lo tanto, dividía en dos parte distintas el barrio.




Las casas son de 10 tipos diversos, reducibles a 5 esquemas fundamentales. Los edificios A son cases en línea de 3 y 4 pisos; los edificios B, casas en línea de 5 pisos con alojamientos pequeños y un patiecito central; los edificios C, casas en línea de 4 pisos dispuestos para formar un patio cuadrado; los edificios D tienen 2 pisos de alto, una planta en cruz con escalera central y cuatro alojamientos por piso; los edificios E tienen la planta cuadrada, 4 alojamientos por piso y 2 pisos de alto. Las diversas soluciones arquitectónicas están fuertemente unificadas por la elección de algunos elementos comunes: además de los pilotis, las impostas en cemento, las ventanas horizontales barnizadas de blanco y la cortina de revestimiento de color amarillo dorado. El Villaggio Olimpico e sin duda uno de los mejores barrios de iniciativa pública realizados en Roma, ciertamente el primero en el que se aplicó con coherencia los principios urbanos del Movimiento Moderno. Los años parecen confirmar las bondades de dicha elección.”



Fuente:

Piero Ostilio Rossi (1984) Roma, Guida all’architettura moderna, 1909-1990. Laterza: Roma-Bari. pp. 208-2011.

Parte 3

lunes, 18 de marzo de 2019

Villaggio Olimpico (Cafiero, Libera, Luccichenti, Monaco, Moretti) - Parte 1

Villaggio Olimpico es un barrio en la zona norte de Roma, cerca a Ponte Milvio, al lado de via Flaminia. Hacia el sur limita con el Auditorium de Renzo Piano, y está a pocos pasos del MAXXI de Zaha Hadid. 



Hasta hace poco, no recuerdo haberlo escuchado, pero actualmente me hospedo aquí. Es un barrio muy distinto al resto de Roma. En primer lugar, los edificios (bajos, para los estándares de la ciudad) se encuentran casi completamente elevados sobre pilotis, exceptuando los ingresos y algunos negocios en la zona central. En segundo lugar, creo es una zona donde casi no hay negocios de tabaco (tabaccaio) o puestos de periódicos (edicola), dos constantes de todos los barrios Romanos.

Finalmente, y exceptuando algunas horas del día, el Villaggio Olimpico parece desierto.

Su historia, que inicia en las últimas décadas de 1950, como una de las muchas obras para las olimpiadas de 1960, es bastante interesante. De cara a proyectos poco afortunados en Lima, concebidos para eventos deportivos similares, no está de más analizar un poco este ejemplo.







Parte 2

jueves, 28 de febrero de 2019

Popular/Commercial Architecture (A. Gowans)

Popular/Commercial Architecture: The Continuing Art of Architecture as Visual Metaphors of Persuasion/Conviction

"In popular/commercial building, traditional concepts of architecture as the art of creating visual metaphors of convictions survive, in contrast to the avant-garde Establishment view of architecture as an expression of Master Builders creating visual and emotional experiences for spectators.

(...) Great Architecture is what Great Architects say it is. How can we know a Great Architect? By the Great Architecture he designs. At least, that's the implications of an article by Phillip Johnson in "The Inland Architect" a few years ago where he listed the best buildings of the last decade as those "which gave me the greatest thrill when I entered them." (...) 

Great Architecture historically was not erected to provide aesthetic experiences for the visitors; rather, visitors' aesthetic experiences were contrived so that convictions embodied in the architecture might be more compelling.

According to orthodox architectural-historical theory, that concept of architecture as meaningful visual metaphor began disappearing in the 18th century and by now is totally gone. Its last exponent is supposed to have been Frank Lloyd Wright. He, according to Norris Smith, conceived of factories (for example) like the Larkin or Buffalo or the Johnson Wax in Racine, as sacred centers of communal life analogous to Greek temples or Gothic cathedrals in their time and place; he understood how to make houses metaphors of the family. Mais après lui, le déluge. That kind of architectural thinking is no more. Kaput. Fini."

Johnson Wax, Frank Lloyd Wright
Racine, Wisconsin (dezeen)

But - striking contrast! - what architectural landscape doesn't still have dozens of examples to show, of buildings conceived as metaphors of value, and decked out in eclectic style correspondingly. (...) popular/commercial builders all over the world have gone on perpetuating a kind of architecture which is supposed to have died long ago.

(...) However impoverished or banal popular/commercial architecture may aesthetically be, it remains conceived on traditional principles of High Architecture as an art of persuasion/conviction: full significance deriving from a body of ideas outside itself, style deliberately used to assert ideology.

The ideology being asserted in this case is, of course, a traditional one - the concept of a nuclear family in free possession of its own domain, the principle of free enterprise, the prizing of liberty above equality."

Gowans, A. (1981) Learning to See. Historical Perspective on Modern Popular/Commercial Arts. Ohio: Bowling Green. pp. 395-402
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