“La peculiaridad del proyecto del Villaggio Olimpico es, sin
embargo, relativa a su uso particular, es decir, a la necesidad de albergar 84 delegaciones
deportivas provenientes de todo el mundo, compuestas de atletas, enviados
institucionales y periodistas. Por lo tanto, el diseño de las instalaciones
debió traducir este escenario multiforme teniendo en cuenta las prescripciones
del Comité Olímpico Internacional. Estas reglamentaban tanto el comportamiento
de los deportistas en el villaggio como las modalidades de alojamiento,
asignando los departamentos según “grupos de delegaciones étnicamente afines”[1]
e , igualmente importante, respetando los equilibrios geopolíticos que existían
en esa época entre las naciones participantes.
No menos importantes las exigencias expresas por la comisión
política italiana, bien sintetizadas por el entonces Ministro del LLPP Giuseppe
Togni, autentico deus ex machina del
la operación Villaggio Olimpico: la intervención debería ser una tarjeta de visita
creíble de Italia al mundo, que testimonie el bienestar logrado y la
modernización conquistada. En definitiva, el Villaggio debería restituir una imago mundi creíble de la época y, al
mismo tiempo, aparecer como la demostración tangible de la reciente
internacionalidad de Italia, siendo conscientes que, como señalaban las líneas
guías sobre la Organización y el Funcionamiento del Villaggio Olimpico,
realizadas por CONI, “el éxito más o menos feliz de la empresa habría
conllevado el prestigio del País”[2].
Terreno, antes de la intervención |
Planimetría de los proyectos |
El evento del barrio parece, entonces, partir de condiciones
preliminares que, comportan, además, la producción por parte de los
proyectistas de una serie de variantes en obra. Todo esto teniendo en cuenta el
destino final del uso del Villaggio, es decir, de la función de barrio
residencial para empleados. Como se señaló, la realización de la intervención
fue confiada al INCIS que, después de los Juegos, asumiría la gestión del
complejo, transformándolo en un asentamiento permanente para cerca de 6500 habitantes.” (p. 145)
“La subdivisión del área del proyecto en seis cuadrantes
autónomos – teniendo en cuenta el futuro viaducto – hace que las residencias
estén compuestas según “unidades de habitación” oportunamente aisladas por
trazados varios principales y distintos por tipo, altura, y densidad de
habitación. Esto responde a la voluntad de obtener una estructura urbana
constituida de núcleos edilicios diferenciados, en grado de garantizar aquella
variedad formal y autonomía funcional pedida por las delegaciones
participantes. El sistema compositivo a la base de la definición de estas
unidades de habitación independientes corresponde al método de Libera de
“tramas residenciales espaciales”: construcciones desligadas del diseño de
calles, resultado de la acumulación de alojamientos simples, combinados según
mallas geométricas, aislados del verde y ligados entre sí a través de
recorridos peatonales que no coinciden con la trama edilicia y viaria.
A este elemento formal del Villaggio se combina el carácter
radical del verde y su diseño innovador respecto a la disposición de las
residencias. En tal propósito es ejemplar la invención, probablemente de
Libera, del tipo en línea agregado a cruz. La adopción de este tipo de
edificio, fácilmente reconciliable con la lotización preexistente y
programáticamente privado de áreas libres, manifiesta la idea de verde de
Libera para el Villaggio: un ámbito intermedio entre la escalera de la célula
de habitación y el lote, al servicio directo de la residencia, donde dedicarse,
al aire libre, al ejercicio físico y al tiempo libre. A esto se añade la
adopción, para toda la arquitectura del Villaggio, de un nivel de pilotis que eleva la cota residencial
3.30 m e que, en efecto, establece la continuidad y, por lo tanto, la extensión
del uso de estos espacios para todos los residentes del barrio. El añadido
particular en cruz garantiza, de todos modos, un diseño y una medida al verde,
gracias a la alternación modulada de espacios aporticados y abiertos.” (p. 146)
Sala de descanso para los atletas, hoy un supermercado |
Estado actual |
Vistas de las propuestas arquitectónicas y paisajísticas |
Hipótesis relativas a un uso alternativo de las áreas
verdes, con un mayor carácter público, se llevaron a cabo a través de
intervenciones promovidas por el Ufficio giardini del Comune di Roma,
culminadas en 1967 con la instalación de una serie de equipamientos para el
juego y el tiempo libre, sobre un proyecto de Maria Vittoria Calzolari. Estas
instalaciones, localizadas principalmente bajo y a los lados del viaducto,
tuvieron una vida breve y hoy han desaparecido casi completamente (…). No
exento de crítica ha estado el uso de los departamentos por parte de los
residentes. La elección de dar a los edificios amplias superficies vidriadas –
lógicamente ligada a la considerable relación entre el número de camas y
superficies totales de los alojamientos, sino que además por la necesidad de
permitir una ventilación ideal en la residencias durante las semanas de verano
de los Juegos – ha provocado con los años intervenciones espontaneas de
cerramientos, especialmente en las líneas de los lotes 2, 4 y en las cruces. Al mismo tiempo, una buena parte de las
galerías de las líneas han sido cerradas con muros, para ganar una mayor
superficie interna, con el fin de realizar reposteros o aperturas técnicas para
calefacciones o aires acondicionados.
Niños jugando en el parque construido bajo el viaducto de Corso Francia (1967), hoy desaparecido. |
Viaducto de Corso Francia, hoy. |
(…) El paso en 1973 de la gestione INCIS a IACP ha hecho
extrema la problemática suscitada, generando como respuesta en los residentes
un proceso de renuncia a los alojamientos y el nacimiento de condominios que
termina en una gestión autónoma de los espacios comunes. A partir de los años
90, la construcción primero del Auditorium y luego del MAXXI ha consolidado el
área flaminia como punto de referencia para el tiempo libre, la música y el
arte contemporánea en Roma. Esto ha contribuido a los procesos, aun en curso,
de valorización inmobiliaria y de mutación del uso residencial, caracterizado
ya no solo por los herederos de los primeros receptores INCIS, sino también de
núcleos familiares mínimos compuestos de profesionales independientes, jóvenes
parejas y estudiantes.” (pp. 149-150)
Fuente:
Cianfarani,
Francesco (2017) L’architettura del Villaggio Olimpico tra forma della casa e
forma dell’evento. En: De Matteis,
Federico; Reale, Luca. Quattro quartieri.
Spazio urbano e spazio umano nella
trasformazione dell’abitare pubblico a Roma. Roma: Quodlibet. Diap Print.
Todas las imágenes históricas son de la misma fuente.
[1] Comitato otganizzatore della XVII
Olimpiade di Roma, Giocchi della XVII
Olimpiade: Roma 1960. Rapporto Ufficiale del Comitato Organizzatore, Comitato
Organizzatore dei Giochi, Roma 1962, vol. 1, p. 237.
[2] “… la riuscita più o meno felice
dell’impresa avrebbe impegnato il prestigio del Paese”. S. Ascenzi, G. Fabre (a
cura di), Organizzazione e funzionamento
del Villaggio Olimpico. Relazione Finale, Roma 1961, p. 1.
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