Primera entrega de "Crítica, crítica y más crítica (Vol. 2)". Las opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no representan necesariamente la posición del blog.
He crecido gran parte de mi vida apreciando este edificio: la primera vez que lo vi, realmente sentí su presencia. Es un edificio que se logra imponer en el firmamento de una ciudad rodeada por montañas. A su vez, el edificio también logra esta conexión que uno llega a sentir cuando está al frente de una gran montaña, respeto, admiración, jerarquía y omnipresencia. Cualidades que están sujetas a un punto de vista muy particular, de una persona que ha crecido viendo este edificio desde los 8 años, despertando en él no solo las ganas de empezar una vida universitaria, sino por el deseo de ser el responsable de algo igual o mejor.
Dejando un poco de lado la admiración y el sentimiento que tengo hacia el edificio, me gustaría empezar a hablar un poco sobre la forma de este. Cuatro volúmenes de diez pisos que se levantan sobre un zócalo que trata de respetar la escala humana. Lo estereotómico sobre lo tectónico y es que si lo vemos detenidamente es una gran masa apoyada sobre unas columnas de sección circular, contrario a lo que podríamos apreciar en el resto de la ciudad, donde el primer piso se trabaja con muros de adobe y lo que sigue es un techo de madera con tejas a dos aguas. Hablando un poco más sobre el techo, cada volumen o prisma tiene el techo inclinado para el deslizamiento de las fuertes lluvias que se tiene en la ciudad, pero cada uno en un sentido distinto y dándole la espalda al anterior, teniendo como resultado estos volúmenes que se van dando la espalda, pero que van mirando hacia la ciudad.
Exteriormente poco se entiende el sentido de los ejes que atraviesan el edificio, ejes que se encuentran en un centro que interiormente está bien desarrollado, pero que por fuera no se logra leer en lo absoluto. Cada volumen tiene un detalle en las aristas interiores, unos nada sutiles grabados pre-hispánicos que no tienen otra función más que la de decorar y hacer ver más "andino" al edificio. Hablando un poco más sobre los materiales que se utilizaron, tenemos el vidrio azulado, algo que se viene usando bastante en provincia, un material que en este particular caso me parece acertado, ya que se puede leer como una continuidad del azul del cielo, reflejándose incluso en este las nubes hace que el edificio no se imponga abruptamente, sino que juegue un poco con su entorno.
En este edificio se podría hablar de una modernidad o un regionalismo, si no fuese porque en realidad no existe una planta libre o una verdadera reinterpretación de los materiales o las costumbres de la región. No sigue nada en particular y trata de romper con el esquema que se tiene de la ciudad. De una manera intencional el arquitecto quiere que su edificio resalte y sea un nuevo hito en la ciudad, algo que sin duda le ha salido bien y es que este ha sido una de sus más reconocidas obras y en la que se le ha permitido expresar más sus ideales sobre lo que quiere para la ciudad. A pesar de todo, exteriormente encuentro algunos detalles sin sentido y hasta la fecha no logro entender por qué tomó ciertas decisiones, como la del detalle del diminuto volumen saliendo de la nada, interrumpiendo con la continuidad del volumen en sí. Algo más osado que intentó el arquitecto es tener la circulación vertical con unas escaleras con descanso semicircular, algo que exteriormente no tiene sentido y no se acompaña con nada del edificio, esta como un capricho del arquitecto más que como algo que aporte a la lectura del edificio.
La vista que se tiene desde el interior de la universidad es incluso mejor, el edificio te invita a ingresar por el zócalo que se separa incluso del nivel peatonal, pero te deja un amplio ingreso por unas escaleras que te hacen sentir que estas ingresando a una parte diferente de la universidad y es que la función de este edificio no es igual a la del resto, es una zona administrativa, comercial, de esparcimiento y de encuentro. Estas características hacen que el ingresar al edificio en si sea mucho más llamativo y esto sumado a la importancia que tiene este con respecto a la ciudad hacen que la experiencia de recorrer el edificio sea más placentera de lo normal.
Hablando un poco más con los estudiantes de la universidad, pude entender que le tienen un gran aprecio a este edificio, solo los alumnos de arquitectura difieren unos con otros en sus opiniones con respecto a este, pero siempre el resultado llega a ser el mismo, admiración y aprecio por algo que los identifica. Esto demuestra mucho de la obra del arquitecto, ya que ha logrado hacer algo que realmente gusta, que puede generar alguna molestia en algunas personas, pero que lo aceptan de la mejor manera. Realmente es un edificio atemporal que marcó un antes y un después en la arquitectura de la ciudad y que permite pensar en hacer cosas iguales o aún mejores que esta. A pesar de eso aun siento que el desarrollo del exterior al interior del edificio deja mucho que desear, porque uno tiene unas expectativas muy altas cuando mira y entra por primera vez, pero ya adentro del edificio este (como todo lo se "personaliza") pierde en gran magnitud las virtudes que quizá en su momento el arquitecto trato de plasmar.
El gran espacio central es sin duda el mejor logrado en la edificación, una triple altura que te acoge y te hace sentir de manera más especial dentro de un edificio icónico en la ciudad. Aunque de nuevo siento que las curvas son un poco más que innecesarias para un espacio que no responde al exterior, no se lee en este ni en ningún otro espacio de la edificación estos cuatro volúmenes que se van dando la espalda, mucho menos los ejes que se leen desde el exterior.
Finalmente me gustaría terminar esta crítica con una reflexión de lo que se viene haciendo en provincia, muchas veces la inversión suele ser menor a la esperada y uno tiene que hacer mucho con lo poco que tiene, en el caso de esta edificación la construcción y la lógica que se utiliza es sencilla, no requiere de mayores logros de la ingeniería y la grilla responde a algo que ya se viene haciendo desde hace mucho. Sin embargo, el arquitecto logra con esto hacer una volumetría distinta, con movimiento y reconocible desde lejos. Muchas veces se opta por lo más fácil, lo que traiga más metros cuadrados y lo que se pueda seguir expandiendo verticalmente, pero este no es el caso, es un edificio que logra su objetivo y abre las puertas a lo nuevo que se pueda venir haciendo en la ciudad.
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