"Cuando hablamos en general de la arquitectura de algo, de la vida, por ejemplo, pensamos en la ciencia, en la biología, en la genética, que nos revelan la estructura escondida de esta. Pero 'sentimos' que esto no es suficiente, que la arquitectura no se reduce a la estructura interna de algo (un objeto, un pensamiento, un ser) porque con arquitectura nos referimos tácitamente no sólo a la estructura estructurada, sino también a la función estructurante, la fuerza estructurante y el factor de cohesión entre las partes.
Y al mismo tiempo, cuando hablamos de vida no hablamos de pura energía vital - como lo hacía el vitalismo de hace cien años - sino de una relación compleja entre factores de estabilidad y factores de inestabilidad, de generatividad y de generación.
Sabemos que la cosa construida, sea un organismo vivo o un edificio, no se agota con su construcción, con el hecho de estar ahí (su presente), de lo que un análisis cuidadoso nos podría revelar todos los elementos compositivos; ni en la combinación entre en análisis y la identificación del principio generativo, del proyecto (su pasado en un sentido amplio): porque faltaría todavía algo fundamental, que es precisamente 'su propia vida', su historia, es decir, 'eso que sucede después', en el tiempo (su futuro en un sentido amplio): cómo reacciona a aquello que le está alrededor y cómo aquello que está alrededor (el ambiente) reacciona a ésta, cómo cambia en función de aquello que cambia alrededor, cómo determina y está determinada por los cambios, cómo es vista y vivida por otras cosas que actúan alrededor en el espacio y en el tiempo, cómo dura y cuánto dura, cómo actúa y en qué medida, etc.
He aquí algo que la filosofía de las forma no siempre señala con la debida precisión y que se puede proponer aquí como una primera consideración general: que los elementos del problema no son dos, sino tres [...] que no hay sólo (A) la estructura y (B) el principio (o los principios) generativos y cohesivos de algo [que responden al problema clásico que el todo no es el resultado de la suma de sus partes], sino también (C) su historia."
Castelli Gattinara, E. (2005) Aprire, vivere, abitare. En: Secchi, R. (2005) Il pensiero delleforme tra architettura e scienze della vita. Roma: Officina Edizioni. pp. 19-20.
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