Finalmente llegó el día de la inauguración del famoso by-pass del óvalo Monitor, en Surco.
Y el tráfico en esa zona ha estado peor que nunca.
Podríamos argumentar que la novelería nos ganó. Que todos quisimos ir a ver el puente. Que todos quisimos subirnos, que todos quisimos nuestro selfie.
Pero seamos realistas, es martes, 8:00 am, casi todos los seres humanos que estamos fuera de nuestras casas a esa hora es porque estamos apurados yendo a algún lugar.
No fue novelería entonces. Todos los que estaban por ahí, simplemente querían ir de un sitio a otro. De la manera menos traumática posible.
Entonces, ¿por qué hubo tanto tráfico?
¿No nos habían prometido que este by-pass daría fluidez al tránsito vehicular de la zona?
Pues sí, nos lo prometieron. Nos lo prometieron personas que o no sabían que lo que prometían era imposible o, y espero que no sea el caso, personas que sabían que ese by-pass no ofrecería soluciones reales, pero tenían otras prioridades.
Sólo una vez más, lo diré, como muchísimos otros arquitectos y urbanistas mucho más informados que yo lo han dicho antes: Un by-pass no es la solución para la congestión vehicular.
No lo es.
No lo fue hoy, no lo será mañana.
Es como tratar de curar la obesidad dándole a la persona en cuestión un pantalón más ancho.