jueves, 31 de enero de 2013

El fenómeno de las urbanizaciones cerradas (J. M. Montaner & Z. Muxí)

"El tipo de fronteras que más crece es el de las fronteras urbanas que los ricos levantan para excluir a los pobres. Este es el fenómeno del urbanismo contemporáneo realizado más inquetantemente: las urbanizaciones exclusivas, mal llamadas barrios cerrados o gated communities (ya que ni son barrios ni son comunidades), que, con muy diversas morfologías, proliferan en el mundo y que en cada lugar encuentran referencias reales o ficticias. Surgen de la obsesión manipulada para defenderse de la inseguridad y en ellas se aíslan clases sociales afines en condiciones cerradas. Ello tiene manifestaciones muy diversas, desde los barrios para las élites, fuertemente amurallados y vigilados, hasta las soluciones más chapuceras de las barriadas con vallas que cierran y policías privados que vigilan calles que habían sido públicas, como en Ciudad de México, en San Juan de Puerto Rico o en Manila. Estos monstruos urbanos surgen en los países y ciudades donde las desigualdades económicas son mayores [...].

Las urbanizaciones cerradas más emblemáticas en América Latina, por su ambición, tamaño y diseño, como Nordelta cerca de Buenos Aires y Alphaville en las afueras de São Paulo, representan las tendencias de los privilegiados, las nuevas clases medias que levantan muros para intentar salvar su mundo con exclusividades y comodidades, frente a los otros que quedan excluidos y discriminados: una quinta parte de los habitantes del planeta intenta defenderse de la miseria de las otras cuatro quintas partes.

[...] Es especialmente grave por constituir un atentado contra la vida pública y comunitaria, y es un nefasto precedente en relación con la justicia. La urbanización cerrada se gobierna según sus propias normas internas, el estatuto del condominio, rechaza las leyes estatales y municipales y evita contribuir con sus impuestos en las obras colectivas del término municipal donde se radican. En caso de conflicto o delito, la comunidad cerrada tiende a evitar que los instrumentos de orden jurídico y constitucional entren en su propiedad, y frena el acceso a policías, jueces o representantes de la Administración. En definitiva, las urbanizaciones cerradas se han convertido en el mayor atentado a lo urbano y en el mayor obstáculo para la generalización de los derechos humanos. Al rechazar las luchas por la igualdad de derechos y contra la discriminación, la urbanización cerrada se levanta como frontera contra el compromiso internacional de los derechos definidos en 1948. Frente a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el barrio cerrado reivindica sus propias leyes y normas, al marginarse y al proclamar la exclusión como emblema. En cierta manera, el barrio cerrado no deja de ser una versión voluntaria y lujosa de una prisión."

Montaner, Josep Maria; Muxí, Zaida (2012) Arquitectura y política. Ensayos para mundos alternativos. Barcelona: Gustavo Gili. pp 88-89.

sábado, 12 de enero de 2013

The Joy of Architecture (A. L. Huxtable)

Ada Louise Huxtable (1921-2013)
(blog.archpaper.com)
"Every age cuts and pastes history to suit its own purposes; art always has an a to grind. Classical Rome became the Renaissance in the eyes of the fifteenth century. Every great artist is re-created in the chosen image of a particular time. No "historic reconstruction" is ever really true to the original; there is neither the desire nor the courage to embrace another era's taste. We keep what we like and discard what we don't. In the recent past the nineteenth century has been disdained except for a limited interpretation tailored to modernist taste and beliefs, for a fascinating, if somewhat hobbled, history.

Fortunately, great art contains enough to satisfy each generation's needs, and there is always pleasure in the process of rediscovery. The news is that the academy wasn't all that bad, and the action wasn't only in the world-class cities [...]. The realization is growing that a great deal has happened outside the conventional center of power and culture and there is a whole world of architecture between New York and San Francisco and beyond Charleston and Savannah, lost in the shadow of the Chicago skyscrapers. It has been there all along, but the tendency has been to write it off and out of the history books.

The immediate gain is for architectural scholarship. We are undoubtedly suiting our own biased vision again, but we are achieving a richer and broader mix, enlarging experience and aesthetic response. The emphasis is on the material that is the most troubling to modernists - the kind of sentiment and ornament in Frank Lloyd Wright's work, for example, that the nineteenth century admired and the twentieth century banished. Bypassed achievements and unfamiliar or unsettling aspects of familiar work are being explored enthusiastically.

In a curious way, the door has been opened for serious study, not just by revisionist scholarship, which has been operating quietly for some time, but by the relaxation of conventional "received" standards. This includes de fashionable vogue for nostalgia and camp; the trivia of the recent past has become an enormously popular stylistic dig. No earnest and involved intellectual justifications are offered for the vigorous pursuit of the novel and the new; the objective is pure perverse delight in artifacts bound to shock those whose values are being challenged. There is nothing so far out, the new taste makers seem to be telling us, that it cannot be embraced. There is nothing so antimodern that it cannot be accepted. There is nothing so totally rejected that we cannot admire it now, and if that means rewriting history, we will do so. 

But the game is not a scholarly one alone. As with so much else in our determinedly hedonistic society with its emphasis on short-term satisfactions, the consistent theme is pleasure. There is so much more to see, to experience, to understand, to enjoy. There are worse ways of pursuing today's liberated sensibility. The Joy of Architecture must be on some publisher's list by now."

New York Times, February 5, 1978.

martes, 1 de enero de 2013

On Architecture and Aesthetics (Slavoj Zizek)

Architecture and pleasure from the aesthetics of the common beauty icons. Slavoj Zizek, University of Ljubljana (Slovenia). Filmed Thursday, June 10, 2010. Video belongs to Arquitectura y Sociedad (Foundation for Architecture and Society).

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...