"Larry explicó en una reciente presentación, un sábado a las 8:00 am., frente a más de 100 asistentes, que con el tiempo se ha dado cuenta que la percepción pública de la arquitectura como carrera no se alinea con la realidad. A pesar de que el estadounidense promedio pasa 95% de su tiempo dentro de un entorno construido, la gente aún percibe a la arquitectura como algo esotérico o casi incomprensible. Sin embargo, la misma gente que retrocede o evita mirar cuando conoce a un arquitecto puede hablar con mucho conocimiento - y emoción - sobra comida, como diferentes tipos de tubérculos, contenido nutricional y compatibilidad en el paladar.
1. Quien escucha es siembre brillante. La gente sabe lo que le gusta y cómo usan los espacios. También tienen experiencias para compartir sobre su interacción con la arquitectura. Escucha, de modo que puedas hablar con ellos y no hablarles a ellos.
2. Afirma el conocimiento previo. Usa referencias culturales icónicas, como las Pirámides de Giza o el Taj Mahal - o la universidad a la que tus hijos y los suyos fueron juntos. Ejemplos arcanos que muy poca gente conoce hacen parecer que es necesario tener conocimiento especializado para discutir sobre arquitectura.
3. Busca territorios comunes. A menos que te pregunten de manera muy específica sobre el trabajo de Santiago Calatrava en España o algo similar, habla sobre la arquitectura que la gente usa en sus vidas diarias. Residencias. Oficinas. Escuelas. Lugares de culto. ¡Incluso verdulerías!
4. Adopta lo universalmente popular. Recuerda que hay una razón por la cual la arquitectura universalmente popular como el edificio Chrysler gusta mucho. Averigua por qué al no-arquitecto le gusta el diseño al que se está refiriendo y parte desde ahí.
5. Adopta lo cotidiano. Uno de los libros de arquitectura más vendidos se llama "The Not So Big House" (La casa no tan grande). A veces todos necesitamos acordarnos de apreciar la arquitectura que vemos y usamos todos los días, no sólo lo monumental o los diseños que ganan premios.
6. Evita debates estilísticos. Si estás en una escuela de arquitectura o hablando con un colega arquitecto, por supuesto sigue adelante y debate los méritos de los estilos de diseño. Tal como tú probablemente no apreciarías que tu vecino hable sin parar sobre los matices de las leyes marítimas internacionales de los Estados Unidos versus las internacionales, tampoco lo haría el no-arquitecto con quien estás hablando.
7. Evita mencionar nombres para impresionar a otros (name dropping). Tal y como te lo decía tu madre, a nadie le gusta una persona que alardea de quién conoce. Y si tú mencionas arquitectos que el no-arquitecto con quien estás hablando no conoce, sólo te estás hablando a ti mismo.
8. Anda más allá de lo visual. Seguro, los diseños son hermosos, pero ¿qué es lo que realmente hacen? ¿Cómo sirven a sus usuarios? Esto es algo que el no-arquitecto puede considerar y discutir.
9. Concéntrate en cosas que hacen la diferencia para la gente todos los días. Esto ayuda a mantener la conversación en un lugar donde todos pueden participar, independientemente de su profesión o de su experiencia con arquitectura.
10. La arquitectura es contar una historia. Hay arquitectos que pueden no haber alterado el curso de la industria o haber hecho algo sensacional, pero que sí hicieron un gran impacto en todos los que los conocieron porque su trabajo cuenta historias: sensibilidad hacia el medio ambiente, historias sobre quienes encargaron el espacio, cómo éste ha sido usado a lo largo del tiempo."
Larry Speck ha sido decano de la Escuela de Arquitectura en la University of Texas. Es docente y trabaja en diversos proyectos con grandes firmas.
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