domingo, 28 de abril de 2019

Crítica a la Villa Panamericana de Lima (José Cepero)

Estamos a escasos meses de que la inauguración de uno de los eventos más importantes que se ha llevado a cabo en la ciudad de Lima. Los juegos panamericanos son “el evento multideportivo más importante del continente y el tercer más importante del mundo, solo superado por los Juegos Olímpicos y el Mundial de la FIFA” (Semino Voysest, 2019). Lima tendrá el honor y el deber de poner en alto su prestigio frente a la mirada de millones de espectadores que seguirán este evento.

Muchos han sido los comentarios sobre la pertinencia de su realización considerando la coyuntura de los últimos años. Aún así, el compromiso se adquirió cuatro años atrás cuando el, en ese entonces, alcalde Castañeda flameó la bandera olímpica en la ceremonia de clausura de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015. Debimos saber que, desde momento, algo no andaba bien.

Villa Panamericana (Publimetro)

Vuelvo al 2019 y entre las noticias de estos días encuentro una galería de fotos de la nuevísima Villa Panamericana de Lima. Al terminar de leer la noticia y ver la galería de fotos solo pienso en una cosa. ¡QUÉ MIERDA!, perdimos LA oportunidad del Siglo como ciudad. Pobre de los que vayan a comprar esos departamentos. Un buen amigo (que no es arquitecto) me preguntó por qué considero que este conjunto es tan malo y quise responderle de la manera más clara. De nada servirá la lección si quienes no son arquitectos, pero sí ciudadanos de esta parte del Perú, no son conscientes de la desgracia que se ha construido. Vamos por puntos. 

1. Hubo una gran discusión sobre dónde construir la Villa Panamericana desde que se recibió el encargo. La decisión final (motivada por la premura del tiempo) fue utilizar parte del terreno del parque biotecnológico de Villa el Salvador. Este era un terreno destinado a un parque zonal con mucha área y volumen verde acompañado de una planta de tratamiento de aguas. En una ciudad que carece de verde a niveles trágicos, cambiarle la zonificación a un terreno de este tipo para construir vivienda es un despropósito enorme. Existen otros terrenos donde pudo haberse construido. Por ejemplo, un sector de la base Las Palmas, teniendo en consideración que el ejercito peruano ha estado directamente involucrado en la ejecución de obras para los juegos (Andina, 2018).

2. La orientación de los edificios. En arquitectura siempre se trata de disponer los edificios de un conjunto de viviendas de tal manera que se aprovechen al máximo las condiciones climáticas y así asegurar iluminación y ventilación natural. 

“El conocimiento del movimiento solar es importante para poder realizar de forma adecuado (sic) el inicio del proceso de diseño en la arquitectura, con la elección de orientaciones, debido a que es el sol el que va a influir notablemente para las condiciones ambientales interiores de la edificación” (Gomez, 2017)
En un vistazo rápido de la orientación uno se da cuenta que, al amanecer, las zonas de los edificios más cercanas al oeste no recibirán nada o casi nada del sol de mañana. En los meses de invierno esos departamentos serán más oscuros que el alma de varios políticos peruanos. Seamos claros, luego de los juegos habrá limeños que vivirán en esos departamentos. Lo mínimo que merecen es despertarse con un ambiente bien iluminado.

3. Sobre la ventilación. En los meses de verano al ocultarse el sol, los edificios cuyas caras den hacia el sur recibirán directamente el sol de atardecer. La sensación dentro de estos ambientes será poco agradable, por no decir un pequeño infierno. Según lo que se puede ver por el tratamiento de las fachadas es difícil suponer que hay posibilidades de que el viento tenga un “hueco” (vano para los arquitectos) por donde entrar y otro por donde salir. Eso, en arquitectura, se llama ventilación cruzada. Asegura que los ambientes no se vuelvan espacios en los cuales el viento no circule. Se trata siempre de que el aire caliente acumulado salga de los espacios.

4. Sobre los interiores. Creo que lo más trágico de esta noticia (ver galería de fotos) es la segunda imagen donde se ve el interior de uno de los dormitorios. Esa forma alargada del espacio es la peor que se puede utilizar para un dormitorio cómodo. Por querer asegurar espacio para dos camas se han pegado a una pared y se ha dejado un pasillo al lado. Un caso extremo es la mesa de noche puesta a los pues de la segunda cama porque no alcanzó espacio para ponerla al lado de la cama como es lógico. Claro, si fuera así no se permitiría el paso al fondo del cuarto. Por otro lado, la ventana de ese “dormitorio” está a cuando menos 2 metros de la segunda cama. La luz natural no ingresará lo suficiente a ese espacio para que el pobre deportista se despierte y pueda llegar a tiempo a su prueba. La imagen se ve iluminada porque claramente se ven prendidas las luces artificiales. Imagínense el gasto energético de tener que encender la luz eléctrica durante el día porque la luz del día no entra lo suficiente. Todo esto por el mal diseño de la arquitectura.

Tema aparte son las cabeceras metálicas de esas camas que nos hacen recordar a la cama de la abuela (la verdad la de mi abuela era hermosa comparada con estas). Ni hablar del enchufe que se ve a la mitad de la cama. El pobre deportista que duerma en ese lugar no podrá dejar su |celular cargando en la mesa de noche, a menos que tenga un cable de dos metros, claro. Y si lo deja en la cama probablemente este aparezca luego en el piso. En resumidas cuentas, varias celdas de cárceles alrededor del mundo son más dignas que este dormitorio.

5. Sobre los pasillos. Se han construido pasillos extremadamente largos. De nuevo falta iluminación natural, tan importante para la vida humana. Estos serán oscuros durante el día a menos que se enciendan las luces. Es decir, gasto innecesario de energía eléctrica por, reitero, mal diseño arquitectónico.

6. Sobre los espacios públicos alrededor de los edificios. 1.       Se sabe que cuando los vientos pasan por calles con edificios altos aumentan su velocidad y eso agudiza la sensación de frío. Se aplica casi de manera perfecta el principio de Bernoulli que sostiene que un fluido aumenta su velocidad cuando el canal por el que se traslada reduce su sección. “Si varias torres están cerca las unas de las otras, se crea un efecto conocido como “canalización”, una aceleración del viento creada cuando el aire tiene que pasar por un espacio estrecho” (Parkinson, 2015)


Durante los meses de invierno esos túneles de viento que se han formado entre los edificios por su cercanía harán que sea bastante incómodo estar en esos jardines o posibles juegos para niños. Espacios que deberían estar diseñados para promover al aire libre de los futuros propietarios se ven afectados por malas decisiones en la etapa de diseño.

7. Sobre la estética de la Villa. Una comunidad sin identidad está destinada al fracaso. Usemos de ejemplo la Residencial San Felipe. Este conjunto tiene una identidad muy fuerte, quién podría negarlo. En gran parte, se lo debe al diseño y distribución de sus edificios, departamentos y espacios públicos. A pesar de ser edificios que se repiten, no se puede decir que son genéricos como en este caso. Por el contrario, en la Villa Panamericana, el diseño pobre de las fachadas con varios muros sin ventanas (ciegos para los arquitectos), patrones repetidos hasta el hartazgo, techitos (aleros) sobre las ventanas que no parecen tener ningún sentido más que la decoración solo hace referencia a cualquier condominio genérico de cualquier inmobiliaria del mercado. Se entienden las lógicas del negocio inmobiliario, pero, por la importancia de una Villa Panamericana, ¿no había que hacer un esfuerzo mayor por tener un proyecto emblemático de vivienda promovida por el estado? Sin comentarios con respecto a esas formas que intentan crear un “mural” que identifique a la villa.

Estoy seguro que los puntos considerados en este artículo son solo algunos temas críticos del diseño pobrísimo de este conjunto. Seamos honestos, cualquier alumno medianamente talentoso de alguna facultad de arquitectura peruana podría proponer un proyecto con muchas más virtudes que este.

Que no se diga que quienes hacemos crítica de arquitectura lo hacemos por joder sin proponer. Basta con echar un vistazo a la historia de la vivienda colectiva en el Perú para encontrar buenos ejemplos. Matute, Mirones, Torres de Limatambo, Torres de San Borja, Ciudad Satélite de Santa Rosa y siguen firmas. Hasta los años 80’s el Perú era uno de los países con más prestigio en el desarrollo de vivienda. Luego ya sabemos lo que pasó y se dejó de invertir en esto. Ahora es tan solo un facilitador de fondos y políticas públicas.

Finalmente, la Villa Panamericana de Lima representa lo que serán estos Juegos Panamericanos: otra oportunidad perdida. De invertir en puntos de la ciudad que lo necesitan, de usar un evento tan importante como impulso para cambiarle la cara a algunas partes de Lima, de desarrollar infraestructura deportiva en zonas en las cuales se pueda usar post juegos, de reordenar el sistema de transporte para no tener que movilizar a los deportistas en buses privados o en taxis. Así van las cosas.


Para referencias de cómo se puede aprovechar un evento de esta magnitud para cambiar las ciudades ver lo que se hizo en Barcelona para los juegos del 92. Ese fue un punto de quiebre para su desarrollo urbano.


Noticia base para la crítica

Referencias:

Andina. (7 de 04 de 2018). andina.pe. Obtenido de https://andina.pe/agencia/noticia-ministro-defensa-destaca-apoyo-del-ejercito-a-juegos-panamericanos-lima-2019-705788.aspx
Gomez, A. (2017). Repositorio URP. Obtenido de http://repositorio.urp.edu.pe/xmlui/bitstream/handle/urp/1118/Alejandro%20Gomez%20%282017%29%20Sol%20y%20Arqitectura.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Parkinson, J. (14 de 07 de 2015). BBC Mundo. Obtenido de https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/07/150713_rascacielos_base_viento_intenso_wbm
Semino Voysest, B. (1 de 18 de 2019). elperuano.pe. Obtenido de https://elperuano.pe/noticia-en-panamericanos-lima-jugamos-todos-74861.aspx 

viernes, 5 de abril de 2019

¿Participación? (R. Secchi)

"Parecería absolutamente lógico mencionar la participación en el marco de este ensayo, desde el momento en el que se supone como necesario, para la realización de una buena arquitectura, el tener como objetivo, como "sentido", el cumplimento de los derechos humanos. Pero la cuestión no es tan simple. Si para el proyectista la conciencia de deber cumplir tales derechos no constituye ninguna garantía del resultado de la obra, sino sólo la actitud de operar sobre la base, sincera, de ciertas intenciones, el proceso participativo no ofrece garantía alguna sobre la calidad el programa adoptado para la realización de la obra ni para su éxito. En todo caso, la participación propone con fuerza y claridad el tema de la legitimación. ¿Quien legitima, en efecto, una arquitectura? ¿En nombre de qué, más allá de la dimensión normativa y deontológica, se puede afirmar el haber actuado correctamente? (Ver Riboulet)

La cultura de la participación se ha desarrollado en oposición a la abstracción y a los ideologismos de la arquitectura del Movimiento Moderno, notablemente de la arquitectura racionalista de la anteguerra y neoracionalista de la postguerra, fuertemente estandarizada e indiferente a las condiciones operativas contextuales, a las culturas, a las tradiciones, a los paisajes. Se redescubrió, entonces, el valor de la arquitectura, espontánea. La "arquitectura sin arquitectos", es celebrada en un afortunado libro de Rudofsky (1964), y en otro plano las teorías de Habraken y Christopher Alexander (Habraken, 1998) abren el camino a nuevas reflexiones críticas a partir de la elaboración (en el método) y de la estrechez y abstracción (en las prescripciones de la Carta de Atenas). "Arquitectura de la sobrevivencia" (Friedman, 2003) nos interroga sobre la extrema vigencia del tema. Pero la arquitectura espontánea a la que hace referencia Rudofsky es auténticamente espontánea. Tomar como modelo los asentamientos de civilizaciones lejanas a aquellas del actual desarrollo social y económico del mundo capitalista, dominado por la idea del consumo como primer motor de la organización social, puede inducir a reflejar sobre cuánto se ha perdido con el abandono de los antiguos modelos comunitarios y sobre el contraste con la situación actual que ha visto desaparecer la idea de comunidad (...). Los trabajos de Habraken y Alexander tienen el indudable mérito de hacernos reflexionar sobre las relaciones y sobre la complejidad de las relaciones sociales en su relación con los espacios urbanos. Como de hecho lo ha hecho el brillante ensayo de Jacobs (2009) o los estudios de Mumford (2007) que nos han dado aportes preciosos de conocimiento y, sobre todo, ideas para el desarrollo de metodologías de análisis y de proyecto. Sin olvidar las contribuciones de Lynch sobre la percepción de los espacios urbanos por parte de usuarios protagonistas de entrevistas y cuestionarios.

¿Qué cosa es más democrática que la participación? ¿Compartir el proceso proyectual y de toma de decisiones no es, tal vez, la solución para ciudadanos y proyectistas? No es tan fácil. Experiencias contemporáneas con instrumentos informáticos han desplegado muchos experimentos al respecto: desde procesos proyectuales compartidos entre arquitecto y usuario utilizando catálogos, hasta la creación de software para dar forma a la imaginación de la casa (con resultados frecuentemente risibles).

Por otra parte, es justo que cada uno tenga su propia casa tal y como la desea. ¿Pero uno sabe efectivamente imaginarla en términos de espacios arquitectónicos? ¿Cómo expresar deseos y sueños? ¿Cuál podría ser su lenguaje? Se tomarán prestadas imágenes recibidas en la propia experiencia real o virtual. Nos referiremos a lo que propone la inmensa masa de información y de imágenes de la que nuestra sociedad se nutre y se constituye. ¿Se será verdaderamente libre al perseguir los propios deseos, satisfacer las propias necesidades? ¿Auténticas o inducidas? Una verdadera participación podría darse con hombres realmente libres, más que con sujetos que de buena gana o a regañadientes son pensados más como consumidores que como ciudadanos pertenecientes a la sociedad (...).

En todo caso, puede que sea bueno distinguir con claridad entre consultar al usuario para el proyecto y el proyecto mismo. Hay ahí un salto que la participación no puede cubrir. Tiene que ver con competencias, pero no solamente. Tiene que ver con conocimiento, pero no solo eso. Tiene que ver con la sensibilidad que sólo una educación constante puede producir. Responsabilidad no significa solo prudencia y cautela, sino también ejercicio del poder. Responsabilidad y poder no pueden estar desconectados. La participación no puede coincidir con una descarga de las responsabilidades que competen al arquitecto. Éste debe ejercitar todo el poder que le ha sido concedido."

Secchi, Roberto (2018) L'Architettura. Dal principio verità al principio responsabilità. Roma: Officina Edizioni. pp. 86-88.


Referencias: 

Friedman, Yona (2003) L'architettura di sopravvivenza. Una filosofia della povertà. Torino: Bollati Boringhieri.
Habraken, N. John (1998) La Struttura dell'Ordinario. Cambridge: MIT Press.
Jacobs, Jane (2009) Vita e morte delle grandi città. Saggio sulle metropoli. Napoli: Einaudi. 
Mumford, Lewis (2007) La cultura delle città. Napoli: Einaudi.
Riboulet, Pierre (2000) Quelle légitimité pour la forme architecturale?. En: Paquot, T. y Younès, C. Éthique, architecture, urbain. Paris: La Découverte.
Rudofsky, Bernard (1964) Architecture Without Architects: A Short Introduction to Non-pedigreed Architecture. New York: MoMA.

lunes, 1 de abril de 2019

9 cosas que aprendí sobre cómo sobrevivir en academia (M. R. Holman)

"¡Hoy es el 9no aniversario de mi sustentación! Para honrar ese gran día / malísimo documento, aquí presento las 9 cosas que he aprendido sobre cómo sobrevivir en academia desde entonces:

1. Sé caritativo contigo mismo y con los otros.
Se amable contigo mismo. Cree en lo mejor de las personas. Perdona errores, incluyendo los tuyos.

2. ¡Estúdiate! ¡Somos académicos! Tenemos las herramientas para entender el comportamiento de otros, podemos aplicarlas a nuestro propio comportamiento.
Averigua qué te hace trabajar... y qué te desmoraliza.

3. Tenemos opciones respecto a cómo pasamos el tiempo.
Pasa tu tiempo haciendo cosas que no odias. Minimiza el tiempo que pasas haciendo cosas que odias.

4. Un objetivo sin un plan es sólo un cuento de hadas.
¿Quieres presentar un artículo este mes? ¡Averigua CÓMO vas a hacerlo y lleva ese plan a la acción!

5. Las comparaciones son ladronas de la dicha.
No mires a alguien más en academia y pienses: mi trayectoria nunca va a ser eso. ¡No lo será! Porque somos todos únicos, fantásticos académicos que producimos nuestras propias cosas en nuestro propio modo.

6. No puedes devolver los favores que te han hecho, pero puedes retribuirlos.
Trabaja activamente para hacer de la academia eso que tu quieres. Apoya a otros. Recuerda cuando la gente fue gratuitamente generosa o amable y extiende eso a alguien que lo necesite.

7. Sé amable.
Nunca me he arrepentido de haber sido amable con alguien. Definitivamente me he arrepentido de ser antipática. No seas antipático.

8. Llena tu círculo de personas hábiles y capaces (badasses) y luego convierte ese círculo en herradura.
Encuentra a tu gente en academia y luego encuentra a más de esa gente y dales la bienvenida, y haz espacio para más y más hasta que tu gente esté en todos lados.

9. Sé tú. Haz tus propias cosas. Sé tu prioridad.
No te escondas. Haz eso que te hace estar vivo. ¡Y coloca primero a ti mismo, a tu salud, a tu felicidad, a tu magia y a tus proyectos!"

Holman (2019, March 25) "Today is the 9th anniversary of my dissertation defense!" [Twitter thread]. Retrieved from https://twitter.com/prof_mirya/status/1110179135228383232?s=19
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