Hace unos cuantos meses, en una librería, un amigo me preguntó cómo hago yo para elegir un libro que voy a comprar. No me acuerdo bien que respondí, pero esa pregunta me quedó dando vueltas. De hecho, cada vez que entro en una librería, la recuerdo y la repienso.
En paralelo, cuando compro un libro y al leerlo me doy cuenta que estoy subrayando o haciendo anotaciones por todos lados, me viene esa sensación de "consumismo sin remordimientos": hice una buena compra.
¿Cuándo se puede decir que un libro es "bueno"?
Lo obvio es que depende muchísimo de la persona que lo esté leyendo. Tengo amigos que son felices con Paolo Coelho... a mí me parece que es un desperdicio de papel. Yo sería capaz de coleccionar Harry Potters en distintas ediciones y distintos idiomas... y me puedo imaginar perfectamente la cara de al menos 3 personas que pensarían que es una pérdida de plata y que estoy loca.
Tenemos, entonces, como primer indicio, el gusto personal. Pero si nos quedamos solamente con esta premisa, terminamos encerrándonos en nosotros mismos, leyendo las mismas cosas, sin explorar lo nuevo.
Suponiendo que salimos del gusto personal y del de los bienintencionados amigos que nos recomiendan tal o cual libro. El segundo indicio sería la categoría. O sea, bajo qué cartelito de la librería está ubicado el libro: "bestseller", "novela", "arquitectura", "filosofía", "autoayuda". Y, siendo un poco más quisquillosa, la subcategoría: "thriller", "teoría de la arquitectura", "existencialismo", etc.
El tercer indicio, para mi, es el autor y/o el tema en el título. Pero esto sigue dejando de lado autores "desconocidos", libros cuyo título no tiene nada que ver con el tema (que puede ser buenísimo) o con títulos ambiguos de los que no se desprende nada.
En este momento de mi vida, en el que paso tanto tiempo en la biblioteca que hasta los amargados bibliotecarios de la sala de artes me conversan, he redescubierto un cuarto indicio, que para mí es casi definitivo. La bibliografía de los libros que ya he leído (y disfrutado). Esto, por supuesto, sirve sólo para libros académicos... debe haber muy pocas novelas con bibliografía, por el momento no recuerdo ninguna.
Los buenos libros son muchos, pero no infinitos, y cuando son descubiertos, suelen ser citados y recitados. Dan la vuelta, se unen con otros, constituyen escuelas de pensamiento, se arman confradías de autores con los que uno se espera encontrar cuando lee determinado tema. Entonces, frente al libro nuevo, de autor desconocido y título ambiguo, siempre se puede dar una ojeada a la bibliografía, para ver qué le interesa al autor en cuestión.
Y por último, una herramienta adicional: Internet. Casi todas las páginas de ventas de libros (como Amazon) incluyen como estrategia de marketing el colocar al lado de un determinado libro, qué otros libros interesaron a las personas que lo compraron (customers who bought this item also bought). Herramientas similares se pueden encontrar en clubes de lectura o en el archiconocido Facebook (la aplicación Reading Social, por ejemplo).
Pero la verdad de la milanesa es que nunca se sabrá con exactitud qué tan bueno resultará ser un libro. Que comprar un libro siempre implica un cierto riesgo. Que de las 328 páginas del mismo, 320 pueden ser buenas; o que las 10 primeras y las 10 últimas serán espectaculares y todo lo que está al medio, un floraso; o que, lamentablemente, uno malgastó la plata en un libro que no (le) sirve.
PS - No olvidar que un libro que en algún momento nos puede parecer "malo", meses o años después puede resultar buenísimo. Y viceversa.
No me acuerdo donde leí hace tiempo un método bien simple para saber si un libro te va a gustar o no: leete las primeras dos o tres páginas y si en ese pequeño trozo ya te interesaste, es porque va a valer la pena leerlo. Me ha funcionado a veces.
ResponderBorrarSaludos!