jueves, 31 de mayo de 2012

Escribir... arquitectura

Esta información es del manual de estilo de The Economist. Fue citada en un blog, buscando enfocarla para escribir sobre arquitectura. Es una buena idea. Muy frecuentemente quienes escriben (escribimos) de arquitectura llenamos nuestros artículos con palabras pomposas, metáforas y frases que plantean ser eruditas, pero, al parecer, olvidamos que el principal objetivo de un escrito es ser leído y entendido, especialmente si se trata de textos de difusión.

Aquí unos extractos del artículo, como para tomar en cuenta:

"El primer requisito de The Economist es que el texto debe poderse comprender fácilmente. La claridad de la escritura por lo general corresponde a una claridad de pensamiento. Así es que piensa lo que quieres decir y luego dilo en la forma más sencilla posible. Ten en cuenta seis reglas elementales de George Orwell (Politics and the English Language, 1946): 

1. Nunca uses una metáfora, un símil u otro tipo de expresión que estás acostumbrado a ver en escritos novelescos.
2. Nunca uses una palabra larga donde puedas usar una corta. 
3. Si es posible eliminar una palabra, elimínala siempre. 
4. No utilices nunca la voz pasiva donde se puede utilizar el activa. 
5. Nunca uses una palabra extranjera, un término científico o una palabra de jerga si puedes encontrar un equivalente en castellano común y corriente.
6. Rompe cualquiera de estas reglas antes de escribir una absoluta barbarie.

Los lectores, en principio, están interesados en lo que quieres decir. Pero por la forma en la que lo escribes, puedes animarlos o desanimarlos a leer. Si quieres que sigan leyendo:

- No seas sobrecargado. Hazlitt dice que para escribir en un estilo genuino y familiar, hay que hacerlo como cualquiera se expresaría uno en una conversación cuyo tema domina a fondo, usando palabras comunes que permitan entender el discurso con facilidad, claridad y fuerza. Hay que dejar de lado florituras pedantes y decorativas.

- Usa el lenguaje de habla cotidiana, no el de portavoces, abogados o burócratas (prefiere usar dejar en vez de permitir, comprar en vez de adquirir, subir en vez de ascender, partir en vez de empezar, en su mayoría en vez de mayoritariamente, etc.) [sin dejar de mencionar que hay que evitar usar palabras que no existen pero que han sido adoptadas en ciertos entornos coloquiales, como aperturar]. La pomposidad y el alargar innecesariamente las frases tienden a oscurecer el significado o a revelar la falta de éste: deshazte de esto en favor de palabras sencillas. 

- No seas intimidante o arrogante. Quienes no estén de acuerdo contigo no son necesariamente estúpidos o locos. Al expresar tu opinión, no te limites a hacer afirmaciones. El objetivo no es sólo decir a los lectores lo que piensas, sino persuadirlos; si utilizas argumentos, razonamiento y pruebas, puedes tener éxito. No abuses de palabras como deberías o tienes que.

- No estés demasiado satisfecho contigo mismo. No te jactes de tu propia inteligencia al decir a los lectores que predijiste correctamente algo o que tienes una primicia. Es más probable que esto los aburra o los irrite en lugar de impresionarlos.

- No seas demasiado didáctico. Si demasiadas frases comienzan con compare, considere, imagine, mire, consulte, vea la nota, recuerde, prepárese para, los lectores pensarán que están leyendo un libro de texto. Esta no es la mejor manera para convencerlos que sigan leyendo.

- Haz tu mejor esfuerzo para ser lúcido (o, como dice Stendhal, "sólo veo una regla: ser claro"). Las frases simples ayudan. Reduce las construcciones complicadas al mínimo.

Los párrafos largos pueden confundir al lector. Fowler dice que "el punto es esencialmente la unidad de pensamiento, no la longitud; [la frase] debe ser homogénea en el tema y secuencial en su construcción." Oraciones de un párrafo de extensión deben ser usadas sólo ocasionalmente.

El pensamiento claro es la clave para una escritura clara. 'Un escritor escrupuloso,' observó Orwell, 'en cada frase que escribe se preguntará pro lo menos cuatro cosas: ¿qué estoy tratando de decir? ¿qué palabras lo expresarán? ¿qué imagen o modismo lo hará más claro? ¿es esta imagen lo suficientemente fresca como para tener un efecto? Y quizá se haga dos más: ¿puedo ser más breve? ¿he dicho algo que es feo y que puede evitarse?'."

www.vag.org.uk
Agregaría un componente adicional para escribir sobre arquitectura. En muchos casos tenemos que apoyarnos en descripciones de edificios o eventos, esto nos lleva a mezclar datos (la altura de una sala, por ejemplo) con impresiones (las sensaciones que ésta produce). Es en estos momentos en los que la claridad y la brevedad son muy importantes. Existen buenos textos de arquitectura poéticos y que buscan un enfoque más narrativo que científico o descriptivo (lo escrito por Louis Kahn o, en algunos casos, por Le Corbusier, por ejemplo), pero por lo general, un texto es más efectivo si busca una economía de palabras e ideas. En resumen, ir al grano de la manera más simple posible. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...