La siguiente nota se publica por encargo del equipo de Grandes Éxitos de la Arquitectura Peruana, tal y como se nos fue enviada.
RESULTADOS
PREMIOS GOLDENBERRY 2016
Escribe Grandes Éxitos de la
Arquitectura Peruana:
Con
mucho esfuerzo hemos llegado a concretar la segunda edición de los Premios
Goldenberry o los premios a lo peor de la arquitectura peruana. A estas alturas
no tenemos más que agradecer a las miles de personas que nos siguen y a los
cientos de usuarios de Facebook que
se animaron a elegir a quienes ellos consideraban “lo peor de la arquitectura
peruana”. De la misma manera queremos agradecer al jurado, comformado por
Cristina Dreifuss, Lucho Gris, Arquitecto
Peruano y Javier Vera, por darse un tiempo para tomarse en serio este
evento y darle la altura que –creemos– merece. Con satisfacción podemos decir
que se ha alcanzado el éxito de la edición anterior y que el espíritu crítico
está presente en la arquitectura peruana, aunque sea, por ahora, de manera virtual.
Sin
más preámbulo damos paso al veredicto del jurado, sin antes indicar que cada uno
de ellos eligió de manera independiente a sus ganadores (en orden de mérito) y que estos resultados fueron contrastados
matemáticamente para elegir con justicia al ganador.
Comentario previo del jurado
(Javier Vera):
Grandes éxitos de la
Arquitectura Peruana es un fenómeno que ha revivido el interés por la crítica,
aunque esta sea desde la clandestinidad y apoyada en el humor.
Acepté ser jurado de los
premios Goldenberry por segunda vez porque respeto a don Héctor Velarde, más
aun con esas gafas. También porque el otro jurado es una caricatura. Y porque
nadie más quería aceptar. Quizás lo vean como una payasada, o crean que
criticar un proyecto será enemistarse con su autor. Ni lo uno ni lo otro. Ojalá
empezáramos a decirnos las cosas, y pudiéramos hacerlo seriamente pero sin
tanta solemnidad, por el bien de esta ciudad en crisis.
He revisado todos los
comentarios en la página de facebook. Intento que mi aporte sea no solo dar mi
punto de vista, sino también tratar de interpretar el sentimiento colectivo
respecto a esta especie de autocrítica pública que espero se convierta en una
tradición, ojalá más respetable que nuestras bienales (no está difícil).
FALLO DEL JURADO
1.
Escribe
CRISTINA DREIFUSS
EDIFICIO UTEC
Como
objeto arquitectónico puede no ser terrible. Al no haberlo recorrido en su
totalidad, o usado de forma sostenida, mi juicio al respecto es limitado. Lo
que sí es un terrible error es la presencia urbana. Fuera de escala, y ocupando
un terreno que acentúa este aspecto, desde cualquier ángulo que se lo vea, este
edificio parece un mal fotomontaje con respecto de su entorno. La muralla
perimétrica de la parte inferior no hace sino hacer más evidente el límite del acceso a
las playas y el material escogido, lejos de lograr una mímesis con los
acantilados que sí se observa en proyectos como el LUM, le da al conjunto un
aspecto inacabado.
Hay
obras de arquitectura malas. Muchas. Lo que hace a la UTEC especialmente
destacable y, a mi juicio, merecedora del Aguaymanto de Oro, es que su fealdad
es urbana, masiva, ruidosa, y nos afecta a todos.
PASEO YORTUQUE / CASA
CHULLPAS
Ambos
proyectos constituyen dos escalas de la misma idea: un capricho por la forma y
el detalle gratuitos, propio del diseño de un parque temático. Los gustos
personales, arbitrarios y subjetivos de sus promotores/arquitectos/diseñadores
son protagonistas de la intervención. El Paseo, en este sentido, podría ser un
poco peor, puesto que debido a su escala urbana, impone dicho capricho a los
usuarios. Sin embargo la gente parece disfrutarlo. En el caso de la casa, el
alcance del capricho es más limitado, menos dañino, igual de pintoresco.
No
hay mucho más que decir. Cuando el ornamento es gratuito, criticarlo es vano. A
algunos gusta, a otros - posiblemente a la mayoría - no.
2.
Escribe
LUCHO GRIS, ARQUITECTO PERUANO
“CONDICIÓN MURARIA”
De
un tiempo a esta parte los arquitectos empezaron a embadurnar sus creaciones
con discursos rebuscados e innecesarios, convirtiéndose en práctica frecuente
para quienes quieren parecer inteligentes. Los hay de todo tipo, algunos
buenos, otros mediocres, superficiales, ingenuos, retóricos o simplemente
inverosímiles. El discurso particular de Llosa-Cortegana, entra en esta última
categoría. Resulta imposible comprender cuales fueron las motivaciones que lo
provocaron, pues carece de sentido en todos los aspectos imaginables. Si
dotarlo del clásico barroquismo ya es inútil; ellos, en su afán de teatralizar
su afinidad filosófica Deleuziana; se aventuran, además, a la invención de
palabras para que como verso resulte aún más complejo. Sin duda un ultraje a la
lengua de Cervantes. ¡Ay! Estos posmodernos.
PASEO YORTUQUE
Cuando
se creía que Chiclayo tenía suficiente con el Paseo de las Musas, viene alguien
y construye el Paseo Yortuque. Sin embargo, esto no es gratuito, las
aberraciones levantadas en espacios públicos son una constante en este país.
Poca culpa tienen los arquitectos – Si damos por descontada su nula capacidad
proyectual, la cual es producto de su pésima formación.– Es, por el contrario,
culpa de autoridades ignorantes, insensatas e inescrupulosas; y de una sociedad
sumisa, que poco hace por evitar este tipo de atropellos al espacio colectivo.
Si los ciudadanos quisieran un poco su ciudad, obras como el Paseo Yortuque no
tendrían lugar. Esa pobre ciudad no debería soportar tanto maltrato.
“LUGAR DE ENCUENTRO EN EL
MURO DE LA VERGÜENZA”
Más
que la ingenuidad con la que Nómena pretende “solucionar” un problema que tiene
que ver con asuntos calados en la profundidad de las estructuras sociales. El
Lugar de encuentro en el “Muro de la vergüenza” arrastra, a mi parecer,
carencias de carácter ético. Aparece como solución rápida, estilizada y
oportuna en un contexto en el que se polemizaba la situación sobre el muro. En
el momento en que todos los medios hablaban del asunto, los autores platean de
manera oportunista y superficial un proyecto que los coloca ante los ingenuos
como los “salvadores” y los “arquitectos sociales”. Aprovechándose de la
situación para sus propios fines propagandísticos.
CASA CHULLPAS
La
casa Chullpas representa un antes y un después en la figura de Luis Longhi. Si
con la casa Pachacamac “le hace el amor al entorno”, con la casa Chullpas lo
viola. La primera, perfectamente lograda, semienterrada, donde el paisaje
primaba sobre la arquitectura, correspondía a la ideología de un arquitecto
romántico, soñador y respetuoso del entorno. La segunda, en cambio, cercena el
cerro, lo despoja de su naturaleza y lo convierte en un muro de piedra caprichosamente
adornado. El arquitecto se traiciona a sí mismo, a sus ideales y destruye su
primera gran obra en el proceso. Si alguien cree que el edificio se integra con
el paisaje, que lance la primera piedra – sobre la misma casa Chullpas -.
3. Escribe JAVIER VERA
CASA CHULLPAS
Sirva
este reconocimiento para que más gente joven empiece a cuestionar a mi amigo
Luis. Porque nuestro país requiere pensadores críticos, no clubes de fans. Los
estudiantes deliran en sus conferencias-conciertos de rock (es difícil no hacerlo
ante alguien tan auténtico), y tras un discurso que pretende conducirnos a ser
todos incas renacidos como él, solo atinan a pedir autógrafos.
La
fama, pues, tiene un riesgo: volverse una caricatura de uno mismo. La casa
Chullpas es eso, una exageración a ultranza del discurso del autor, una defensa
de la identidad anquilosada en el pasado caricaturizado, una pretenciosa
declaración de principios que solo ha sido posible porque el cliente es el
mismo arquitecto. Nadie más hubiera pagado por tamaño disfuerzo formal.
Ojalá
el Aguaymanto, que Longhi cargaría con la dignidad del tipo sencillo que es,
nos permita develar lo que hay tras el personaje: cierto cinismo filosófico, un
autoretrato colectivo, y más.
“CONDICIÓN MURARIA” Y “LUGAR
DE ENCUENTRO EN EL MURO DE LA VERGÜENZA”
Uno
de los principales problemas de la arquitectura peruana es la carencia de
discurso, o la distancia entre el discurso y la obra. Se piensa que decir algo
sobre un proyecto es “meter floro”. Con justa razón, porque pocas veces hay
algo que decir. Si quiere reír, lea memorias descriptivas de arquitectos
peruanos. Nos quejamos de estar alejados de la sociedad, que la gente no nos
entiende. Qué raro.
“La
condición muraria”, usado para dos proyectos de Llosa & Cortegana (Museo
Pachacamac y Biblioteca PUCP) por no decir pared, se convirtió en viral en las
redes, hasta hay una página de youtube de estudiantes (alumnos suyos) titulada
así. Es probable, entonces, que el Museo Pachacamac gane, el mismo año, el
Hexágono de Oro por una obra, y el Aguaymanto por su floro.
¿Nómena
hace un homenaje irónico a Magritte? Ponen una representación y dicen que es
algo real. En ese video de un evento programado, con invitados, en un espacio
impecable que tiene instrucciones de uso, ni el heladero es real! Hubieran
contratado un D’onofrio o adoptado un perro mestizo. Esto NO es un espacio
público, es un cartel publicitario en 3D, una caseta de ventas al aire libre.
Pero
el finalista era el Lugar de Encuentro. Lo califico en categoría “peor floro”,
porque no es un proyecto. ¡La indignación que sentí cuando lo vi publicado! La
fe ciega en que el diseño salvará al mundo, la inocencia de pensar que un
dibujito es una solución, la desesperación por estar presente en los temas de
agenda para solo tocarlos del modo más superficial, todo blanquísimo.
Empatan
todos. Hasta Orrego entraría, pero no llama la atención, ya sabíamos que
pensaba así.
PASEO YORTUQUE
Nuestras
tres principales enfermedades en un solo proyecto, que me costó elegir.
El
Planetario copia burdamente, no uno sino dos proyectos. RPP ha dicho que el
Gran Teatro Nacional (otra copia, Aguaymanto 1era edición) es una Joya
Arquitectónica. Todos copian y todos lo aceptan.
Leguía
es un creativo y quiere romper el molde. No reflexiona sobre cómo podríamos
vivir de otra manera, no, se loquea con la fachada. Cree que está inventado
algo. Rompe el vacín y se hace en la calle. ¿Pero quién no se caga en esta
ciudad? Otro mojón más.
Huánuco
hace lo de muchos, desde mercados hasta Municipios. La identidad, los vidrios.
Habría que premiar a todos.
Lo
de Yortuque sí es único, surrealista, pero a la vez representativo. Nadie llegó
tan lejos con esto de concebir el espacio público como cosas para mirar en vez
de lugares para convivir. Sí, es horrible, es ridículo, da miedo, da risa, da
cólera, pero esas plazas que abundan en todo el país son más que un problema
estético, uno ético. ¿Cuánto cuesta cada uno de esos monstruos? ¿Cuántos
barrios podrían regenerarse con ese mismo dinero? ¿Porque aceptamos los
antojos, las pesadillas, las aberraciones del alcalde de turno? Desde el Paseo
de la Musas el Norte quería su premio. Se lo ganaron a pulso.
Mención Especial: Bypass 28
de Julio, Luis Castañeda Lossio
Me permito sugerir un cuarto
lugar fuera de todos los nominados. No es una obra de arquitectura, pero su
autor es arquitecto titulado con malas mañas, como todo lo que hace. No
podríamos cerrar este año ni hablar de los peor de nuestras ciudades sin
mencionar al miserable que elegimos los limeños para que nos gobierne. Nos ha
tocado enfrentar el robo y la prepotencia que representan esta obra, y hemos
fracasado. Ni el CAP, ni UDEAL, ni Grandes Éxitos, nadie nos salva de la
destrucción amarilla. Lucho lo hizo, y nosotros lo permitimos.
VEREDICTO:
AGUAYMANTO
DE ORO:
“Condición muraria”
AGUAYMANTO
DE PLATA:
Casa Chullpas
MENCIONES
HONROSAS:
Paseo Yortuque
Edificio UTEC