"La educación es un proceso, tanto como un mecanismo, que da forma a ideas y relaciones sociales. En este aspecto, puede ser visto como un proceso político (considerando política en su sentido más amplio, como acciones públicas sobre relaciones sociales o, como gente, "ciudadanos", como entes responsables y con control sobre sus relaciones sociales). Dentro de esta visión, la educación no sólo debe estar determinada por aquellos relacionados a esta (estudiantes, profesores, profesionales, etc.), sino que éstos, a su vez, deberían estar activamente involucrados en darle forma.
(www.futureideas.in) |
La educación institucional proporciona a la gente un conocimiento específico que la colocará en una posición profesional, social o financiera específica. Más aún, la educación debería ser vista como un modo para desarrollar ética y crítica. Es este segundo aspecto que distingue a la educación del adiestramiento profesional.
El proceso de educación se ha opuesto al proceso de adiestramiento. Las universidades e instituciones educativas en general han dejado de ser lugares para el conocimiento, y tienden a ser lugares de adiestramiento profesional, con el fin de responder necesidades específicas en un tiempo y lugar determinados (por ejemplo, satisfacer las demandas del mercado); se enfocan más en los aspectos de adiestramiento de la educación que en el desarrollo de una habilidad crítica y una consciencia ética.
El proceso por medio del cual uno se convierte en arquitecto debería ser visto, sobre todo, como un proceso educacional. Esto incluye la adquisición de conocimiento, así como el desarrollo de una habilidad para identificar los asuntos y responder apropiadamente en la especificidad de cada caso. La educación en arquitectura no debería darle a uno la virtud de practicarla baja circunstancias "convenientes". Y, por otro lado, un arquitecto no debe saber sólo qué construir y cómo hacerlo, sino también cuándo y dónde no construir.
Sólo a través de un proceso así uno será capaz de responder al segundo rol que el arquitecto ha adquirido recientemente; además de dar respuestas arquitectónicas a preguntas sociales, el rol del arquitecto en la actualidad se extiende a volver a plantear las preguntas.
Al considerar la educación en arquitectura como un proceso político - en un modo democrático (donde las decisiones son tomadas por aquellos que sufrirán sus consecuencias) - la educación institucional no debería volverse un producto manejado por instituciones, del mismo modo que la arquitectura no debería volverse un producto manejado por el mercado."
Papagiannakis, Iannis (2001) Educating Architects. Building Material, No. 7. pp 62-63.
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