miércoles, 2 de abril de 2008

Recuento de los mejores momentos de mi primer viaje a Lima

No hay errores en el título, pues este ha sido, efectivamente, mi primer viaje a Lima, en el sentido en que es la primera vez que voy “de visita” por un corto (cortísimo) tiempo. Tiene muchas ventajas y algunas desventajas… como dijo Arturo, estuve “de moda”.
Voy a hacer una lista de algunos de mis mejores ratos en Lima. De hecho que me olvido de varios y la importancia que les doy es, como siempre, personal, subjetiva y arbitraria.
  • Mi primer amanecer en Lima, en Lagunas, a las 6 am.
    Mi segundo amanecer en Lima, en Lagunas, ese mismo día a las 9 am., con mis papás mirando desde la puerta (Top 1).


  • Meterme al mar.
  • Tomar una Pilsen en muy buena compañía, en Mama Batata y escuchando huevadas muy buenas.
  • Salir airosa de la junta médica (jojolete, ñaca ñaca)
  • Sustentar mi tesis de maestría; el apretón de mano que me dio Elio (antes) y la esquivada de pinchada de teta que me trató de dar uno de los excelentísimos miembros de mi jurado (después).
  • Celebrarlo.
  • El Bosque y el búngalo 42, que, con otro número, siempre será el 42.
  • Todas las buenas comidas, con las que entendí que, en realidad no se extraña la comida (no solo), sino sobre todo la compañía. Cabe destacar, entre estas compañías con buena comida, un T’anta, un Pescados Capitales, un Pasquale, una Trattoria, un Joseantonio, un McDonald's y un Arango.
  • Huaraz. Con una especial mención a Noelia y al karaoke de la Inolvidable, su radio amiga.
  • Wong, Wong, y nuevamente Wong.
  • Haber vivido 6 meses en Roma para luego aprender a hacer masa de pizza en 30 minutos, en un departamento de Chacarilla, Lima, Perú. Otra buena comida con buena compañía.
  • Abrazos especiales con personas especiales.
  • Las dos despedidas el sábado antes de irme.
  • Ir de shopping con mi madre y, valga el comentario anónimo, a deshidratarnos al cine y cagarnos de risa al teatro con mi padre.


No se me ocurren más cosas. Es probable que edite esta lista un par de veces, pero por ahora me quedo acá. Gracias a todos y, como la peste, VOLVERÉ.

2 comentarios:

  1. Pues si, estas experiencias con "gusto a poco" sin muy importantes porque uno aprende a valorar ciertos detalles que normalmente pasan desapercibidos. Hay un par de cosas más tipo, estar unos dìas con Pa disponible a todo momento e ir al cine a desidratarnos juntos, para luego ir a mamar un poco de Realidad Nacional en 2x1. Toda un tarde intensa...

    ResponderBorrar
  2. Siempre decimos que los viajes se disfrutan en 3 tiemos: antes, durante y después, y éste también lo fue/es así, intensamente! Creo que lo principal que nos mostró es que estás ahí, pero que también puedes estar aquí, en unas horas, muy planeadas y soñadas; podemos regalarnos con unos lindos ratos, en familia y con los amigos que son como familia. Que se repita, cuanto sea necesario y posible!!!!

    ResponderBorrar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...