¿Qué es, entonces, el kitsch? ¿Podemos contentarnos con decir, vagamente, que es mal arte - basura artística o literaria, como sugeriría su etimología inmediata? ¿O deberíamos estar a favor de la noción que kitsch es, primordialmente, arte falsa y que, por lo tanto, debe ser juzgada en relación a categorías de falsedad tan intrigantes como imitación, copia o mentira?
Y, si la relación entre kitsch y falsedad es admitida, ¿cómo puede esta relación justificar la visión generalizada que kitsch es sólo un sinónimo de "mal gusto"? ¿Y entonces, qué es mal gusto? ¿El kitsch, en su calidad de mal gusto, debe ser discutido sobre todo en terminos estéticos o debería, por el contrario, ser concebido sociológicamente como una especie de desviación ideológica?
Y, visto como falsedad y desviación, ¿el kitsch no requiere, demás, ser considerado desde la ética? Y, si la aproximación ética se justifica, ¿no puede un ir aún más lejos y concebir al kitsch desde una visión teológica, producto de, finalmente, la influencia del diablo? Estas y otras preguntas similares han sido formuladas en conección con el kitsch, y el problema es que, hasta cierto punto, todas ellas son relevantes.
Y, si la relación entre kitsch y falsedad es admitida, ¿cómo puede esta relación justificar la visión generalizada que kitsch es sólo un sinónimo de "mal gusto"? ¿Y entonces, qué es mal gusto? ¿El kitsch, en su calidad de mal gusto, debe ser discutido sobre todo en terminos estéticos o debería, por el contrario, ser concebido sociológicamente como una especie de desviación ideológica?
Y, visto como falsedad y desviación, ¿el kitsch no requiere, demás, ser considerado desde la ética? Y, si la aproximación ética se justifica, ¿no puede un ir aún más lejos y concebir al kitsch desde una visión teológica, producto de, finalmente, la influencia del diablo? Estas y otras preguntas similares han sido formuladas en conección con el kitsch, y el problema es que, hasta cierto punto, todas ellas son relevantes.
Matei Calinescu: Five faces of modernity.
Duke University Press, 1995
Duke University Press, 1995
Sabes que me encanta este tema, entre otros más que pones sobre la mesa, quizá porque veo lo Kitsch a diario, en las calles, en los avisos luminosos, en la televisión, en la vida cotidiana. Quiza porque tengo algo de Kitsch? Partiendo de esta pregunta, entonces coincido en que es válido pensar que el calificativo de Kitsch no sólo le concierne a la estética, sinó a una desviación ideológica o dicho de otra manera una ideología diferente. En lo personal me gusta lo diferente, lo raro, pero creo que hay un límite en donde lo raro se vuelve feo, quizá este límite sea subjetivo, seguro que si, pero creo que se vuelve evidente cuando ese afán por ser diferente, "original", es distorcionado y caemos en facilismos como recoger lo que otros han creado para armar algo nuevo, es aquí donde podemos aproximar lo Kitsch a la ética, es aquí donde encuentro acertado lo que propones, aunque no me atrevo a verlo desde una visión teológica, aun.
ResponderBorrarEl tema me parece muy interesante, y ambicioso pues nos puede llevar hacia la ética, es decir, la filosofía e incluso la teología; pero lo que más me gusta de estas líneas es el estilo socrático de la reflexión abierta que invita a una mayor reflexión.
ResponderBorrarO. S. de D.